lunes, 13 de enero de 2014

Mujeres y Política Inmujeres…principio y fin

Fotografía de Juan Carlos Reyes



Mujeres y Política
Inmujeres…principio y fin

Soledad JARQUÍN EDGAR
En el municipio de Oaxaca de Juárez dos hechos, entre muchos, destacan por lo que revelan y por el peligro que representan. Uno, que la autoridad, encabezada por el presidente municipal Javier Villacaña Jiménez y el Cabildo no hayan tomado en serio el reglamento que rige o debería regir el actuar del Instituto Municipal de las Mujeres. Así que ignorando el reglamento y de paso al Cabildo, el munícipe “nombró” a Eva Patricia Bravo Espinosa en la titularidad del mismo instituto.
El nombramiento de Eva Patricia Bravo Espinosa ha provocado inquietud entre algunas feministas que antes que nada cuestionan la falta cometida por el presidente municipal de Oaxaca y también se preguntan ¿quién es Eva Patricia Bravo Espinosa? Sin lograr despejar semejante enigma, salvo por lo que se dice en los medios de la ex funcionaria de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesca durante el sexenio pasado, luego de una acusación hecha en su contra hace tres años.
Villacaña Jiménez, recordaran ustedes, prometió caminar con y para las mujeres de Oaxaca y hasta firmó seis compromisos ante notario, siendo candidato. Sin embargo las decisiones recientes no son vistas con buenos ojos. Una primera crítica es por la fusión que hizo de la regiduría de Grupos Vulnerables con  la regiduría de Igualdad de Género para formar la regiduría de Grupos Vulnerables y Equidad de Género. Decisión que se considera como un retroceso y una manera de discriminar y vulnerar los derechos de las mujeres que no son “un grupo” sino poco más de la mitad de la población que hoy gobierna. Determinación que sin duda produce una mala sensación y revela una falta de compromiso con eso que un viejo político local llamaba hace unos ayeres: la palabra empeñada y que otros traducen como resultado de la demagogia.
En relación con la designación de la titular del Instituto Municipal de las Mujeres (que también podría cambiar de nombre a Instituto Municipal de grupos vulnerables y de las mujeres para que todo le cuadre), Villacaña Jiménez tiene que enmendar la plana de acuerdo con lo que ordena el reglamento respectivo de esa institución, que señala en el capítulo III de la Dirección General, que la directora (una mujer) debe ser propuesta por el presidente municipal “mediante terna y será ratificada por el Cabildo”.
Este pequeño detalle hasta hoy no ha sido cumplido por el presidente municipal a quien nadie le dijo que hay un reglamento que cumplir. Pecata minuta considerando cómo se hacen estas designaciones que llegan al consenso bien plachaditas” y seguramente contará con el voto de la mayoría en el Cabildo y pasará, pero ese es el procedimiento y tendrá que cumplir llevando su propuesta al Cabildo que deberá elegir a la directora, pero esta “elección” debe ser entre tres mujeres.
Por otra parte, el reglamento ordena al cabildo revisar los currículos de las tres aspirantes, que además deben cumplir con algunos requisitos mínimos: ser mayores de 30 años, contar con título y cédula profesional, no desempeñar cargo político partidista…Hasta aquí parece que no hay problema. Pero solo parece.
Otros requisitos importantes son a)probada capacidad y HONORABILIDAD, b) haber realizado antes de su nombramiento trabajos en defensa de la igualdad de derechos y oportunidades de las mujeres y c) acreditar con documentos indubitables tener conocimiento en Teoría de Género.
¿Cuál es el problema de Eva Patricia Bravo Espinosa? Para ocupar de facto el cargo que ya desempeña, lo que constituye una burla para las y los integrantes del Cabildo que como el presidente municipal han jurado servir a Oaxaca de Juárez, debe dejar bien claro su pasado como funcionaria, considerando el antecedente que pone en duda el requisito del a) su honorabilidad, luego de un tropiezo bastante escandaloso que tuvo como funcionaria de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesca, denuncia que interpuso una ex trabajadora de la misma dependencia y que se publicitó ampliamente en los medios de comunicación.
La titular del Inmujeres, Eva Patricia Bravo Espinosa, se vio envuelta en un escándalo por lo que se abrió el expediente 39/QD/2012 en la Secretaría de la Contraloría y de Transparencia Gubernamental. Asunto a cargo del entonces Director de Procedimientos Jurídicos, Rafael Edelmiro Cervantes Ortega, quien concluyó la denuncia porque a su juicio se basaba “en dichos” y carecía de pruebas.
El ahora jefe jurídico de la Secretaría de Administración, es decir, Cervantes Ortega tenía “fama” en la Secretaría de la Contraloría y Transparencia Gubernamental de dar carpetazo a casi todos los casos que tomaba en sus manos y que tenían que ver con el delito de peculado cometido por algunos funcionarios o ex funcionarios, como fue el caso de la hoy titular del Inmujeres y otros que no pasaron de declaraciones y aspavientos de algunos funcionarios de la actual administración pública estatal.
A pesar de que la denuncia presentada por la ex trabajadora de la Sedafp, de nombre Eréndira Socorro Cabrera Castro no procedió, por las razones que sean, deja clavada una enorme duda entre las activistas oaxaqueñas pro derechos de las mujeres y Javier Villacaña, quien debe llevar su nombramiento ante el Cabildo para su aprobación, sabrá si mete las manos al fuego por Eva Patricia Bravo Espinosa, nada bueno para el comienzo de su administración, porque como reza un dicho popular: en los principios están los fines.
La funcionaria tendrá que dar a conocer “los trabajos realizados en defensa de la igualdad de derechos y oportunidades de las mujeres” y, segundo, “acreditar con documentos indubitables, tener conocimiento en Teoría de Género”, como reitero señala el reglamento de la institución que dirige ya Eva Patricia Bravo.
Solicitamos al gobierno de la ciudad el currículo de Eva Patricia Bravo Espinosa, sin embargo, parece que ese minúsculo detalle fue imposible de resolver, por tanto se desconoce si tiene o no algún antecedente de trabajo y si ha cursado algún diplomado, licenciatura o maestría que tenga que ver con la teoría de género para desempeñar –conforme al reglamento- el puesto que ya le encomendó el presidente municipal, reitero, sin la aprobación del Cabildo.
Este cuestionamiento tiene fondo, claro que sí, porque el cargo de directora del Instituto Municipal de las Mujeres no es cosa menor, aunque así se crea. Oaxaca de Juárez tiene una deuda pendiente con las mujeres, una deuda profunda, donde ellas han estado marcadas por la marginación, la discriminación y la violencia feminicida y claro el feminicidio.
Desempeñar esta tarea requiere de una persona con capacidad para potenciar a la institución y con ello a las mujeres; se necesita conocimiento para trabajar sin subsumirse a los condicionamientos que impone el sistema político que desde ahora ha disminuido a las mujeres como grupo vulnerable negando sus derechos fundamentales.
Se necesita una mujer alejada de los conservadurismo para al menos no retroceder en lo mucho o poco que se ha conseguido hasta ahora en los últimos seis años a través del Inmujeres-Oaxaca. Incluso hay que romper inercias y dar pasos hacia delante y eso demanda tener un amplio conocimiento de la condición social de las mujeres, mujeres diversas, muy distintas entre sí; se requiere saber las causas que generan la discriminación, la violencia de género y el sistema que las mantiene oprimidas y hacer conciencia para generar cambios reales y muy necesarios. Transformaciones que son urgentes, considerando los resultados de las estadísticas que nos muestran cómo en las mujeres hay una marca de género que las ha disminuido de manera histórica.
Hasta hoy, aunque son pocos días desde que inició Javier Villacaña su trabajo como presidente, no se ve por dónde ni cómo. No es cualquier cosa empezar por ignorar el reglamento y en ese pecado ya tiene penitencia. No se le puede conceder el beneficio de la duda a Eva Patricia Bravo Espinosa (señalan algunas feministas que me escribieron y llamaron para mostrar su preocupación) porque con la vida de las mujeres y con su derecho a vivir libres de violencia no se puede seguir jugando ni aprendiendo en el camino ni experimentando. Sí, en justicia social para las mujeres, se quiere un cambio en Oaxaca, y esta es la oportunidad de Villacaña frente a quien dirige hoy el gobierno estatal, donde los yerros en esta materia son evidentes y hasta escandalosos. Una oportunidad para marcar la diferencia.
Hasta hoy la suma de mujeres asesinadas en solo tres años del gobierno de Gabino Cué alcanzan la suma de 248…y podría seguir aumentando en tanto los cambios no sean profundos ni verdaderos. Eso sin contar la escandalosa violación a los derechos políticos de algunas mujeres que se ganaron un lugar en las urnas, como sucede ahora mismo con el caso de Elizabeth Sánchez González, a quien se le arrebató la sindicatura en el municipio de Tlacolula de Matamoros; caso tan lamentable como el encarcelamiento y multa a cinco mujeres en San Francisco Ozolotepec porque decidieron apoyar la candidatura de Jacinta Aragón, durante un proceso electoral por el sistema normativo interno, como también sucedió en San Bartolo Coyotepec donde a pesar de reponer el proceso volvieron a excluir a las mujeres del gobierno municipal y el actual munícipe es quien violentó en 2012 los derechos políticos de las ciudadanas de ese municipio.  La impunidad campea en Oaxaca en todos los sentidos.
Amén claro está de las pifias del sistema de salud pública del estado y que dieron la vuelta al mundo mostrando a las mujeres pariendo en el pasto y en otras circunstancias debido a la negligente actitud del personal médico…todo ello derivado de la permanente violación a los derechos de las oaxaqueñas sólo por el hecho de ser mujeres y sin que el mandatario oaxaqueño hiciera una sola mueca de molestia frente al responsable de la salud en la entidad, me refiero a Germán Tenorio, es más su hermano Rubén Tenorio fue premiado por el propio Villacaña como director de una clínica de la Mujer, toda una incógnita.
El Instituto Municipal de las Mujeres no es una sala de entretenimiento, no es un aula de capacitación ni un laboratorio, es y debe ser el espacio para garantizar -desde el gobierno de la ciudad- todos los derechos de las mujeres ¿será posible?
@jarquinedgar