viernes, 29 de octubre de 2010

¡Calderón está no es nuestra guerra!

Soledad JARQUÍN EDGAR

El país realmente está descompuesto. De norte a sur, México está en guerra, una guerra que no es de las mexicanas y los mexicanos, como yo o como usted. Es la guerra de Felipe Calderón contra el narco, una guerra que deja más vencidos que vencedores, una guerra cruel que daña a miles de familias que nada tienen que ver con la delincuencia organizada.

Para la mayoría de las personas, el amanecer se convierte en un halo de esperanza, en medio de todas las crisis, siempre esperamos que esta mañana, esta que ahora estamos empezando, sea distinta, que algo suceda y las cosas se mejoren. Así, de esa manera inician su día millones de personas en México, pero cientos más tienen una percepción distinta, cada día la mancha de temor a la violencia, a perder la vida en el fuego cruzado, en un ataque equivocado de militares o sicarios se hace más y más extensa.

Este jueves, un grupo de trabajadoras y trabajadores de la maquila en Ciudad Juárez, Chihuahua, terminaron sus labores; ellas y ellos, como usted y como yo, tenían la esperanza de que el día sería bueno después de una larga jornada de esclavizante trabajo en las trasnacionales que operan en la frontera norte, pero las cosas no pasaron así. Las balas asesinas, de una guerra que no es suya, terminó con sus vidas. Al menos tres mujeres y un hombre fueron asesinadas por un comando que asaltó el autobús en que volvían a casa. Otras 15 personas resultaron heridas, ocho fueron reportadas en estado crítico y la mayoría eran mujeres.

¿En qué país vivimos? Me pregunto, cómo se pregunta usted y nadie responde. Felipe Calderón ha perdido la brújula, no tiene respuestas, sin duda las drogas hacen daño, lo cual generalmente pasa cuando se consumen, a otros les afecta aún sin consumirlas, como sucede con Felipe Calderón que nos lleva a una confrontación sin armas ni equipos, en desigualdad total a una guerra interna, donde como siempre, quien pierde es la gente que nada tiene que ver.

Un dato que no es curioso, sino que nos invita a reflexionar, es el hecho de que la mayoría de las víctimas de esta guerra interna son jóvenes. Este mismo jueves, hubo una protesta de jóvenes del PRD, UNAM y UAM en la capital del país, solicitaban seguridad, garantías para su vida diaria, para cuando van a la escuela, al trabajo, a reunirse entre ellas y ellos.

Las víctimas del ataque a trabajadoras de la maquila en Ciudad Juárez, tenían entre 21 y 45 años de edad. Jóvenes, igual que hace una semana y la anterior y la anterior. La historia se repite día tras día. La deducción de la ONU es que los ataques a este sector de la población buscan sembrar el miedo en la sociedad.

Cierto, el miedo nos empieza a paralizar y con ello se paraliza nuestra indignación.

La declaración de Magdy Martínez-Solimán, coordinador residente del sistema de las Naciones Unidas (ONU) en México, nos lleva a pensar en lo terrible que es esta acción de la delincuencia organizada de atacar al país a través de la población joven y quizá, por lo sucedido en Juárez, y como ha sucedido en otros espacios pero no ha sido del todo perceptible, ahora también las mujeres son el blanco de la venganza, considerando que en el machismo (padre de las guerras) los cuerpos femeninos son botines o trofeos, ahí se lastima, ahí se ofende.

El problema, como dice la gente de Chihuahua o de otras entidades del norte del país, es que tanto dolor, tantas pérdidas humanas, todos los días, nos llevan a olvidar y la tragedia colectiva se ve como individual, aislada. Una masacre tras otra paraliza el cerebro humano, lo congela, le pone una cortina de hierro para que no pase, para que no lastime. Nos aisla el dolor, nuestra pírrica reacción frente a la tragedia de los otros, a los que ni conocemos, ni nos importan, es la muestra más clara. No hacemos nada. Sin duda, somos un país adormecido.

No sé cuántas tragedias han pasado en el último año en México; no sé cuántas masacres, donde las víctimas son mujeres y hombres jóvenes; usted y yo hemos perdido la cuenta, nos hemos olvidado de los sitios dónde suceden, siempre nos parece el mismo lugar, el mismo episodio, sabemos que ocurren en el norte e imaginamos que el norte está cada día más lejos de nuestras casas; la costumbre de repetir sin contexto, sin fondo, sin análisis, la nota rápida, la inmediatez, el escándalo, el otra vez, nos inmuniza del dolor que creemos ajeno y ¡oh, sorpresa! ese dolor también es nuestro. Entonces pienso en el papelón de algunos medios como aliados estratégicos de Felipe Calderón, insisto somos un país adormecido.

Cierto, es una forma de defendernos, de soportar el día y la pesada carga que provoca la incertidumbre de un país que desmorona sus esperanzas de que algo mejor pueda pasar… al final en silencio y tratando de omitirlo todos los días, pero como señala una carta que este mismo jueves circuló Elizabeth Flores, Directora del CENTRO DE PASTORAL OBRERA, de nuestra dolida ciudad Juárez, “llevamos latente el luto y el dolor de nuestros hermanos y hermanas, padres, hijos, hijas y amigos que nos ha arrebatado una guerra que no es nuestra”.

Sí, entre la población mexicana, en el fondo quizá está ese dolor por las familias que han sido afectadas, se extiende al resto del país, y nuestra esperanza de que algo nuevo pueda suceder este día y termine la guerra cruenta se pierde en ese amasijo descompuesto y que en silencio llevamos los y las mexicanas a lo largo y ancho del país. El norte, pues, está cada día más cerca, si nos quedamos en silencio y Calderón piensa que está haciendo bien las cosas, el Norte llegará más pronto. Ya no queremos más víctimas, esta guerra no es nuestra guerra.

jarquinedgar@gmail.com

jueves, 28 de octubre de 2010

Estrategias y herramientas para posicionar a las mujeres en internet

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Curso-Taller: Estrategias y herramientas de comunicación para posicionar a las mujeres en internet Noviembre 2010, Oaxaca ¿Qué pasaría si disminuyera

Curso-Taller: Estrategias y herramientas de comunicación para posicionar a las mujeres en internet
Noviembre 2010, Oaxaca

¿Qué pasaría si disminuyera la brecha digital de género, las desigualdades entre hombres y mujeres de acceso y utilización de internet? ¿Y, si las mujeres y las organizaciones sociales conocieran y utilizaran todas las herramientas que brindan las nuevas tecnologías y la comunicación on line para generar redes y promover y difundir sus acciones?

Internet ha provocado una revolución del conocimiento y tecnológica sin precedentes hasta ahora para la humanidad, de ahí que resulte imprescindible utilizar las distintas herramientas que nos ofrece la Red. Las mujeres no pueden quedarse marginadas de los avances tecnológicos por su condición de mujeres. Internet les permite adquirir un rol protagónico en las distintas redes sociales y les facilita la visibilización de sus demandas, su desarrollo profesional, su creatividad y sus innumerables aportes a la sociedad de la información.

Objetivo general

Conocer las herramientas tecnológicas y elaborar estrategias de marketing y comunicación para utilizar en Internet.

Objetivos específicos

• Fomentar el acceso de las mujeres a las nuevas tecnologías: Internet como un medio para alcanzar la igualdad.

• Adquirir los conocimientos básicos para planificar estrategias de comunicación y marketing en Internet.

• Aprender a usar las herramientas tecnológicas para llevar a cabo estrategias que puedan aplicarse en el ámbito personal y laboral.

• Organizar criterios de búsqueda y acceso a webgrafía especializada por temas.

Contenido

1. Introducción a las nuevas tecnologías y el papel de las mujeres. Historia, conceptos clave y casos exitosos.

Nuevos paradigmas: la web 2.0 y las redes sociales. De lo pasivo a lo activo: aprendiendo a interactuar y participar.

La gran red: cómo seleccionar la información y los recursos en Internet. Pasos para realizar búsquedas efectivas. ¿Es fácil y es posible para todas?

2. Herramientas disponibles para llevar a cabo una estrategia exitosa: web, blog, foros, comunidades, posicionamiento, publicidad, recursos gratuitos, newsletter, e-mailings.

De los contenidos impresos a los contenidos digitales: nuevos formatos. Cómo elaborar contenidos inteligentes

3. Qué es y cómo se planifica una estrategia de comunicación y marketing en Internet: de la idea a la acción.

De lo global a lo micro: ejemplos de cómo aplicar las estrategias y planes en Internet.

4. Los recursos e información disponibles: software libre, licencias creative commons. Aprender del conocimiento global: consultas en los foros y tutoriales en la web.

Introducción a la creación de una web o blog: planificación, redacción de contenidos, elección del formato y recursos necesarios. Posicionamiento en buscadores y publicidad on line.

5. Trabajo final: realizar una estrategia de comunicación o marketing en Internet que incluya una campaña que pueda ser aplicada en el ámbito personal y laboral de las participantes. Asesoramiento, seguimiento y exposición grupal. Y analizar las diferentes formas en que esa estrategia puede promocionarse en Internet a través de las herramientas trabajadas durante el curso-taller.

Dirigido a:

Mujeres interesadas en extender su desarrollo profesional, laboral, activismo, a internet. Pymes, asociaciones o agrupaciones integradas por mujeres.

Curso- Taller Periodismo Digital o Cómo poner de patas arriba el periodismo androcéntrico

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Curso-Taller: Periodismo digital con perspectiva de género.
O cómo poner patas arriba el periodismo androcéntrico Noviembre 2010, Oaxaca

¿Cómo sería una publicación digital que incluyera un manual de estilo y un código de ética en el que no estuvieran permitidos ni el lenguaje sexista ni los anuncios de prostitución? ¿Te imaginas que en las páginas de opinión de los periódicos se promoviera el empoderamiento femenino y se escribieran con frecuencia noticias que resaltan las desigualdades entre hombres y mujeres? Aunque ese modelo de periódico ideal no exista, tarde o temprano, redacciones, periodistas y comunicadores, incorporarán protocolos de información no sexistas y nuevas estrategias de comunicación, aportados por el avance imparable del periodismo digital con perspectiva de género.

Objetivo general

Leer y analizar con perspectiva de género la cobertura de la información de algunos de los principales medios periodísticos de México.

Objetivos específicos

• Brindar bibliografía y herramientas que faciliten la utilización de la perspectiva de género en el tratamiento de la información.

• Detectar y deconstruir prejuicios sexistas en el lenguaje y en los enfoques utilizados en los géneros periodísticos.

Contenido

1. Lenguaje sexista y lenguaje misógino en la prensa: cuando el lenguaje cambia, muta y se transforma pero la misoginia en el lenguaje subyace, se refuerza y se reconstituye. Elaboración de casos y análisis práctico del diccionario de la Real Academia Española.

2. Los códigos de ética y de conducta profesional. La discriminación sexual en el tratamiento de la noticia: entre el sensacionalismo y lo políticamente incorrecto. Ejemplos de códigos de ética de periódicos españoles.

3. Los suplementos y las revistas femeninas. Moda, dietas, cocina y tratamientos de belleza: la colonización interior y la cosificación del cuerpo de las mujeres. Análisis de suplementos y revistas femeninas.

4. Violencia de género: cuando el tratamiento de la noticia invisibiliza al victimario y revictimiza a la víctima. Análisis de casos de terrorismo sexual en la cobertura de la noticia. Los anuncios de contactos sexuales y las campañas de periódicos españoles a favor de la legalización de la prostitución.

5. El periodismo con perspectiva feminista. Decálogos y protocolos en el tratamiento periodístico de la violencia de género. Redes de noticias con perspectiva de género en España y Latinoamérica. Análisis de webgrafía básica de publicaciones especializadas.

Dirigido a:

Periodistas, estudiantes de comunicación y profesionales que trabajan con temas vinculados a las áreas de Igualdad y Violencia de género.

Curso gratuito con inscripción previa.

jornadafeminicidio2010@gmail.com

info@otrotiempo.org

Más información en:

http://www.otrotiempo.org/curso-periodismo-oaxaca.html

Jornada contra la violencia hacia las mujeres


La Regiduría de Equidad y Género, la Dirección de Equidad y Género de la UABJO, las organizaciones civiles Otro Tiempo y Comunicación, Educación y Desarrollo para la Igualdad, en colaboración con el Ministerio de Cultura de España, te invitamos a participar e inscribirte en uno o más de los tres cursos-talleres que hemos programado:

1. El Fenómeno del Feminicidio desde la Perspectiva Global del 16 al 19 de noviembre.

2. Estrategias y Herramientas para posicionar a las Mujeres en Internet, del 22 al 26 de noviembre.

3. Periodismo Digital con Perspectiva de Género, 23 y 24 de noviembre.

4. Conferencia Magistral de la Doctora en Ciencias Sociales con especialidad en Mujeres y Relaciones de Género, Julia Monárrez, 19 de noviembre.

Curso gratuito con inscripción previa.

jornadafeminicidio2010@gmail.com

info@otrotiempo.org

Más información en: http://www.otrotiempo.org/curso-feminicidio-oaxaca.html


1. Curso-Taller: El fenómeno del feminicidio desde una perspectiva global - Noviembre 2010 - Oaxaca

El presente curso es parte del PROGRAMA MULTIMEDIA: SENSIBILIZACIÓN SOBRE EL FENÓMENO DEL FEMINICIDIO Y POLÍTICAS DE PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO que se desarrollará entre los meses de octubre y diciembre en México, en España y de forma global a través de la red, desde el portal de noticias Feminicidio.net y la difusión de un documental.

Objetivo general

Brindar herramientas teóricas, prácticas, legales y tecnológicas para detectar y prevenir la violencia de género y erradicar el feminicidio, entre asociaciones de mujeres, organizaciones sociales y profesionales de Iberoamérica y usuarios y usuarias de internet de habla hispana.

Objetivos específicos

• Fomentar el diálogo intercultural y compartir experiencias sobre la temática planteada.

• Generar networking entre profesionales del área, asociaciones de mujeres y organizaciones sociales de México, España y el resto de Iberoamérica.

• Sensibilizar y concienciar sobre los riesgos y las formas en que se manifiesta el feminicidio y la violencia de género.

• Elaborar estrategias de prevención de la violencia de género en los distintos ámbitos en los que se desenvuelven las mujeres.

• Diseñar campañas de denuncia y visibilización del feminicidio ante medios de comunicación e instancias gubernamentales locales e internacionales.

• Implementación de una base de datos modelo para brindar asesoramiento en la documentación del feminicidio a asociaciones e instituciones de Latinoamérica.

• Crear y conectar redes de organizaciones sociales y de mujeres que investigan y documentan el feminicidio en Iberoamérica.

Contenido

1. Violencia de género: orígenes y definición del término feminicidio: ¿Por qué ha sido invisibilizado el feminicidio? Marco conceptual del feminicidio. Feminicidio: concepto y evolución de la categoría de análisis.

2. Tipos de feminicidio: ¿Por qué los hombres matan a las mujeres? El terrorismo sexual como amenaza constante. Feminicidio sexual sistémico. Asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez como paradigma de análisis del feminicidio. La responsabilidad de los Estados.

3. La violencia en la pareja y su manifestación extrema: el feminicidio íntimo. El amor que mata. Misoginia y violencia de género: el ensañamiento con el cuerpo de las mujeres. La importancia de un marco legal y la situación de vulnerabilidad de las mujeres ante la impunidad.

4. Estrategias de prevención y detección de la violencia de género y la visibilización del feminicidio: Las campañas de sensibilización como forma de prevención. Creación y unificación de una base de datos de documentación del feminicidio. Las redes de mujeres en la sociedad red global.

5. Conferencia magistral: “Elementos de análisis para conceptualizar el daño a las víctimas y reposicionar el valor de la vida”, a cargo de Julia Monárrez Fragoso, investigadora de El Colegio de la Frontera Norte.

Presentación internacional de Feminicidio.net, portal iberoamericano de noticias con perspectiva de género e inauguración de Exposición de carteles de la Campaña: “Paremos el feminicidio”.

Dirigido a:

Profesionales, asociaciones e instituciones que trabajan en los ámbitos de tratamiento, sensibilización y prevención de la violencia de género.


martes, 26 de octubre de 2010

Cuerpo Quemado de Chile a la Triqui

Soledad JARQUÍN EDGAR

Cuerpo Quebrado, una obra de teatro realizada bajo la técnica Butoh, recuerda la historia de tres prisioneras políticas embarazadas que desaparecieron entre los años 1974 y 1976, tras ser detenidas por la Dirección de Inteligencia Nacional durante la dictadura militar en Chile. Apenas tres de los miles de crímenes que ocurrieron en esos años contra quienes pensaban distinto.

La obra que presenta en Oaxaca, la Compañía Ruta de la Memoria es, sin duda, un recordatorio de la violencia de género a que fueron sometidas las mujeres y es resultado de una investigación sobre la vida de Michelle Peña, Cecilia Labrín y Rainalda Pereida.

Sin emitir palabras, los cuerpos de las actrices Isadora O´Ryan, Karla Padilla, Natalia Cuéllar, que además dirige, y Álvaro Pizarro, que interpreta un feto que también sufre la violencia de la dictadura, revelan en convulsivos movimientos cómo los cuerpos de las víctimas son quebrados, fueron rotos y es en silencio, porque aunque gritaran ya nadie las escucha, como entonces nadie escuchó sus gritos, excepto sus familias que nada saben hasta hoy de sus hijas; sus cuerpos vacíos habrían sido tirados desde un helicóptero al mar, como se relata en la obra mediante el apoyo de video, musicalización e iluminación. De sus hijos o hijas, que ahora tendrían entre 30 y 37 años de edad tampoco nada se sabe.

Cuerpos que se estiran y encogen, mientras sus rostros tienen ese rito macabro que revela el dolor de la tortura sexual a la que son sometidas estas “tres putas comunistas” a las que sus torturadores les piden que hablen, que hablen…La obra que nació en 2007, habla sí, desde entonces pero por ellas y habla de las miles de víctimas de este tipo de aberrantes castigos a las que se somete a las mujeres en situación de guerra, a veces interna, y recuerda que la violencia sexual cometida por militares, paramilitares o enemigos sigue pasando, los cuerpos de las mujeres convertidos en botines de guerra, el trofeo para quien vence, como con Helena de Troya hasta las Triquis, la etnia mexicana que sobrevive cada día en la violencia interna, allá en la empobrecida región mixteca oaxaqueña y que revela la desatención de los gobiernos: estatal y nacional.

Sí, a las mujeres Triquis, las actrices y actores chilenos de la Compañía Ruta de la Memoria les dedicaron la primera de otras representaciones que harán en Oaxaca durante los próximos días, porque guardadas todas las proporciones, sin duda el método de tortura sexual, sistemática y metódica, también se aplica en México y un botón de muestra son las mujeres Triqus.

Desde hace tres años, esta compañía de teatro rescata para la memoria de América Latina la tortura de las mujeres embarazadas, algo de lo que en el país sudamericano no se habla, es a través de esta puesta escénica cómo las y los jóvenes chilenos conocen parte de la verdad, se enfrentan a su pasado inmediato y asumen una nueva postura frente a esa realidad, “muchas y muchos son hijos de torturadores, rompen con sus familias, se cambian el apellido… el problema para sus padres torturadores, es que ellos piensan que lo que hicieron no estuvo mal”, explicó la directora y actriz Natalia Cuéllar.

Natalia Cuéllar, joven actriz, víctima de la dictadura militar chilena, ya que su familia tuvo que exiliarse y terminó viviendo desde los ocho meses de nacida hasta entrada la adolescencia en México, sostiene que Cuerpo Quebrado es una forma de darle voz a las mujeres que ya no la tienen y es también una lección que los países de la región deben aprender, sobre todo, cuando como ahora se hacen pactos con la derecha.

Difícil panorama en México, la izquierda partidista como hemos dicho se ha derechizado, no hay un contrapeso real y el otro bando, el del hegemónico PRI, ya está en el otro sexenio, en otro sueño y al igual que la izquierda partidista o institucional también realiza componendas con la derecha, igual que en Chile.

En medio de la disputa política y de jornadas electorales interminables, en la región de la Mixteca oaxaqueña, el pequeño grupo también se divide el poder: es el pueblo Triqui, donde las separaciones internas y la intromisión externa han provocado mucho más daño del que se puede creer, frente a eso durante décadas no hay ninguna respuesta concreta de las autoridades ni estatales ni federales, el lodo de la impunidad crece y llega a ser como en Chile, Argentina, Colombia, Bolivia, Guatemala, El Salvador, Perú, Brasil en América, o en otros continentes del orbe como Rwanda, Croacia, Iraq y Bosnia… donde ellas son el trofeo para los vencedores.

Las mujeres tienen al menos cinco décadas denunciando ser objeto de abuso sexual por parte de militares, grupos paramilitares, policías o de los hombres de los grupos en pugna en la pequeñísima zona de conflicto: MULT, UBISORT y MULTI, por citarlos según fueron apareciendo.

Los crímenes, violaciones, despojos, migraciones forzadas han sido en las últimas décadas lo cotidiano entre las mujeres triquis, hay testimonios de mujeres que revelan cómo antes de asesinar a sus parejas, éstos son obligados a observar la violación sexual de sus compañeras. Ellas, fueron obligadas por mucho tiempo a guardar silencio, por un tiempo hablaron, denunciaron sus casos, ahora ya no quieren hacerlo dicen que sólo se exponen, la gente se burla y la autoridad no hace nada para detener a los responsables.

La violencia en la Triqui crece, ahora no sólo las violan, también las asesinan o desaparecen. Como relata la obra Cuerpo Quebrado sucedió en Chile. Esto pasa en México, en este México convulso, recrudecido hoy por la presencia del ejército en las calles de todo el país, en una guerra interna declarada por Felipe “El Valiente” Calderón al llamado “crimen organizado”, una cadena de equivocaciones que se paga con la sangre de muchas personas inocentes. Frente a tanto horror que pasa en todo el país, resulta invisible lo que sucede en la Triqui.

Hace un tiempo hice un recuento de lo que se ha publicado, lo que se ha denunciado y está en los medios, de estos hechos cometidos en contra de mujeres por militares, paramilitares, cuerpos de policías y otros grupos; entonces encontré unos 80 casos entre 1956 y 2008, es posible que sean muchos más. En Oaxaca, los casos más emblemáticos se cometieron contra mujeres zapotecas de Loxicha y sigue ocurriendo entre las Triquis, que ya tienen en su haber 34 años de denuncias y también de impunidad.

El recuento que no haré ahora es muy largo, pero refleja esa injusticia interminable que brindan el fuero “social”, el machista y misógino de quienes estarían obligados a hacer justicia. Por un lado, el fuero militar sigue protegiendo a los torturadores de mujeres y se busca que así siga, al menos así lo refleja la iniciativa enviada hace unos días por Calderón; y por el otro, cuando los delitos contra estas mujeres, son cometidos por civiles, las autoridades hacen caso omiso, amenazan a las víctimas sobre todo si son indígenas como sucedió con las Loxichas en 1998; llevan la justicia a cuenta gotas, por otro camino tortuoso y largo para cansar a las víctimas.

Ejemplo: las hermanas González, tres indígenas tzeltales violadas en un retén del ejército Mexicano en 1994, a quienes hace unos días el gobernador Juan Sabines ofreció, en una conferencia de prensa, reparar el daño con una “indemnización” de 500 mil pesos a cada una, dinero miserable que no paga ni pagará el silencio de 16 años del gobierno chiapaneco y menos aún el dolor sufrido por las que entonces eran unas adolescentes. ¿Se podrá reparar semejante daño de esa manera?

Otro: la indígena tlapaneca Teresa de Jesús Catarino, violada junto con otras tres mujeres, una de ellas su hija, que en 1994 tenía 30 años, las otras dos eran sus vecinas, también madre e hija de 14 años. Los autores de esa tortura fueron soldados mexicanos, brutalidad que sucedió en Barranca de Guadalupe.

Hace ocho años, en 2002 pasó lo mismo con otras tlapanecas, Inés Fernández y Valentina Rosendo, sobre su caso el 8 de octubre, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), resolvió dos sentencias contra México por violar la integridad personal y las garantías judiciales de una debida investigación de las dos mujeres, por lo que pidió sea reabierto el caso.

En la población de Castaños, Coahuila, soldados violaron a 14 mujeres, sólo 13 casos han sido llevados a la corte. Los hechos ocurrieron en 2006. Las mujeres reconocieron a 12 soldados entre los autores de la violencia sexual, el proceso fue emblemático porque esta vez no hubo fuero militar, el caso fue llevado a una corte civil por primera vez en la historia mexicana. El resultado es tan malo como en los otros casos, tres soldados fueron sentenciados a pagar con penas carcelarias, uno de ellos alcanzó fianza y fue liberado, así que sólo dos permanecen detenidos. El resto quedó libre, tres nunca fueron apresados, están prófugos, y un cuarto fue detenido seis meses después de los hechos pero no fue juzgado, bastó el dicho de un jefe militar para salvarlo de ser sometido a un proceso judicial que duró poco más de un año: el fuero tras el fuero.

Podría seguir con esta larga lista. Otros permanecen en silencio, sigue pasando en las comunidades indígenas, pero también en áreas urbanas. Hay miedo entre las víctimas, no quieren denunciar, sobre todo porque cuando la justicia no es expedita y rápida todo cambia y la violencia sexual carga, en pleno siglo XXI, con el peso de muchos convencionalismos machistas y misóginos, que sirven para justificar esta violencia.

En la Triqui, la sangre sigue manchando los cuerpos de muchos hombres, pero también de muchas mujeres, como en el caso del narco, esta lucha interna por el pequeño poder ha dejado cientos de huérfanos. Como responsables, señalan a grupos paramilitares que están al servicio de cada una de las tres organizaciones que se disputan el poder y la intromisión nunca acertada de las autoridades, que nada hacen para haya justicia.

Así, personas acusadas se violación y asesinato resultan ser autoridades o “líderes” que nunca son molestados, mientras tanto varias niñas y mujeres esperan justicia tras sufrir violaciones tumultuarias; otras niñas y mujeres han quedado con lesiones discapacitantes para el resto de sus vidas; las hermanas Daniela y Virginia Ortiz Ramírez siguen desaparecidas desde el 5 de julio de 2007 y quienes fueron acusados como sus captores tienen el fuero de la impunidad.

Lo mismo sucede con las locutoras de la Voz que Rompe el Silencio, Felicitas Martínez y Teresa Bautista, asesinadas en 2008; este año, la Procuraduría General de Justicia del Estado contabiliza que “al menos” 30 personas fueron asesinadas en emboscadas, entre ellas tres mujeres, la defensora de derechos humanos Beatriz Cariño, cuando viajaban en una caravana pretendiendo romper el cerco que había en la población de San Juan Copala. También murió Jyri Antero JAAKKOLA, observador de derechos humanos de nacionalidad finlandesa.

El 16 de octubre fueron emboscados y asesinados Teresa Ramírez Sánchez y Serafín Ubaldo; la hija de Teresa de tres años de edad tiene una lesión en la cabeza, Jordán Ramírez Sánchez -esposo de Teresa- y Domingo Ramírez están heridos. Estos hechos ocurrieron el sábado 16 de octubre pasado. Teresa, como otras 133 personas que fueron desplazadas recientemente de la agencia municipal de San Juan Copala, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos había otorgado medidas cautelares desde 7 octubre, no hubo respuesta de las autoridades de Oaxaca.

Este mismo sábado, el dirigente del MULT, Heriberto Pazos Ortiz, fue asesinado en la ciudad de Oaxaca, poco después de las 11 horas. Pazos, a través del MULT, impulsó en los años ochenta la salida del Ejército de aquella zona, el mismo que ahora las Triquis no quieren que vuelva más, pero también era acusado de sembrar la violencia por los otros dirigentes de UBISORT y MULTI.

Sin duda, estas mujeres, como en el caso de Chile, son víctimas de la misma violencia machista que fomenta las guerras y la violencia sexual; víctimas también de la violencia misógina que no se escuchó a tiempo, la violencia del desprecio… la violencia institucional. En Chile como en la Triqui hay muchos cuerpos quebrados, rotos…

jarquinedgar@gmail.com

Crece la Indignación


Por Sara Lovera

Catorce muertos. Seis mujeres y ocho hombres. Entre las mujeres una embarazada, otra de 16 años y la dueña de la casa, de 30 años de edad, que dejó huérfanos a seis niños y niñas. La suma de la barbarie que sucede en Ciudad Juárez, Chihuahua, es como un torrente incontenible que suelen explicar los análisis como falta de gobernabilidad, incapacidad de Felipe Calderón y autoritarismo de Estado.

Lo cierto es que el vecino de Los Pinos no cesa de mantener una estrategia mediática que no ayuda, sino entorpece y profundiza la violencia en México.

La masacre del sábado 23 de octubre, sucedida en una fiesta en una colonia de Juárez, cuando lo que privaba era la alegría, se suma a otras seis masacres semejantes en la dolida ciudad fronteriza y parece irremediable la situación de violencia en espiral, imparable y sangrienta.

Lo supimos todas y todos. El anuncio fue a propósito de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez e identificadas por Esther Cano, allá por 1993. Ingobernabilidad, impunidad, incapacidad de los tres niveles de gobierno, crecimiento colateral de autoritarismo y persecución a dirigentes y a quienes defienden los derechos humanos.

El de México es un retrato que está en el escaparate mundial. Un mapa diagnosticado. Una pintura de relieve. Una película afligida y un panorama lamentable. Eso es México, desde ciudad Juárez hasta Oaxaca, donde hace unos días hubo nuevos atentados y víctimas en la región Triqui; solamente el domingo la prensa informo de 45 homicidios en ocho entidades del país ocurridos el sábado 23.

Como dicen los analistas: la estrategia desatada por Felipe Calderón no ha dejado sino un reguero de sangre y estulticia en todo el país. Este tipo de masacres, contra los jóvenes, como la del sábado 23, no respeta ya ningún espacio; fueron atacados quienes buscan reinsertarse en la sociedad, como los que perdieron la vida en la Clínica Integral de Rehabilitación el 16 de junio, o aquéllas personas que el 1 de febrero estaban en un bar en la ciudad de Torreón, Coahuila, o quienes no pueden vivir sin temor en Veracruz Puerto o Culiacán, Sinaloa.

La noche del sábado en la colonia Horizontes del Sur había fiesta de adolescentes, celebraban los 15 años del hijo mayor de la familia. Fueron interrumpidos por encapuchados, con rifles de asalto, como eso que en su nuevo libro el diputado petista, Porfirio Muñoz Ledo dice “un proceso de afganización de México, donde no hay gobierno, ni solución. Él, por su abultada trayectoria, lo sabe y lo teme.

En medio de tal horror, muchas mujeres, 50 mil huérfanos en cuatro años, dicen las autoridades; no se sabe el número de viudas, de madres y padres desolados. Eso no importa y en cambio no cesa la propaganda mediática de Felipe Calderón, quien ya una vez, en una masacre semejante el 31 de enero de este año, ahí en Ciudad Juárez, apuró su juicio: “pleito entre pandillas”, lo que describe cabalmente su sórdida forma de pensar, su tozudez, su irresponsabilidad, su villanía. Llega hasta ahí.

La noche del sábado, Martina Arteaga, como millones de madres estaba contenta, su hijo mayor y sus amigos y amigas se divertían. La madre tenía 30 años y dejó seis hijos menores en la orfandad; otras tres mujeres fueron asesinadas: una embarazada y una joven de 16 años entre ellas, así como dos niños de siete y 11 años que resultaron heridos. Igual que otros estudiantes de secundaria y preparatoria, entre 20 lesionados.

Cuando el relato es puntual, como el del periodista Rubén Villalpando, de La Jornada, quien miró a las 9:30 de la mañana del sábado todo a su alrededor y habla de olor a muerte, miedo e impotencia, ve en las paredes a lo lejos sangre, lo que hace que no le quede a una más remedio, la indignación y preguntarse ¿qué pasa?

En el año 2005, cuando se hizo una cuenta precisa de las mujeres asesinadas en ciudad Juárez, se exploró también al país, se concluyó que una de las vertientes de la violencia contra las mujeres era el creciente campo de batalla de narcotraficantes, sicarios, policías y militares, entonces se diagnosticó que ahí, en Ciudad Juárez, se había roto el tejido social y la autoridad evadía, engañaba, mutilaba los expedientes, escondía y trataba de manipular, negando el feminicidio.

Pero nada ha detenido la espiral macabra. En esa zona fronteriza salieron los militares y el famoso programa Todos somos Juárez, no es otra cosa que simulación. Este programa, puso en operación la acción de más de tres mil policías federales, implica inversiones, mucho dinero, dicen, pero el resultado es el terror y la impunidad.

Desde 1993, nada sabemos de las investigaciones por los asesinatos de mujeres y tampoco sabemos de las masacres donde mueren jóvenes.

Para Muñoz Ledo, el problema es que se internacionalice la situación, que los Estados Unidos decidan enviar a su ejército, que el país pierda lo que le queda de soberanía. ¿Será eso lo que busca Felipe Calderón? ¿Qué hay detrás? ¿Solamente mala y corrupta policía o mucho, mucho dinero para qué? No parece haber respuestas lógicas tomando en cuenta que según datos rastreados por un periodista que no dice la fuente, en las siete masacres en Ciudad Juárez, desde 2009 a la fecha, el 80 por ciento de las víctimas asesinadas eran hombres y mujeres menores de 18 años.

Esta última cifra me hace temblar. ¿Estamos frente a una limpieza generacional? ¿Será que los expertos del CICEN y el Pentágono piensan frenar así la migración de mexicanos a Estados Unidos? ¿Será una nueva estrategia demográfica como cuando en el sexenio de José López Portillo se esterilizó a dos millones de mujeres?

Ya no podemos quedar en la parálisis, con supuestas sesudas y diatribas generalizadas, muchas voces dijeron y repitieron, la tarde y noche del sábado 23, que Felipe Calderón debe cambiar de estrategia; que es claro su fracaso. Pero Felipe Calderón no ve ni oye, es como un muñeco de ventrílocuo, no se sabe para quién trabaja, con quién acuerda ni qué acuerda y cuáles son sus compromisos. ¿Él gobierna? ¿Quién lo intenta para conseguir este miedo y este horror?

Pensando en las víctimas, las viudas, los huérfanos y huérfanas, el dolor y la indignación, dice el académico de la UNAM, René Jiménez Órnelas, que “la única alternativa ante la ineficiencia gubernamental es que la ciudadanía comience a actuar. Si no lo hace, seguiremos siendo víctimas y los partidos políticos no lo van a resolver”.

Las mujeres somos la mitad de esa ciudadanía. Debíamos actuar.

viernes, 22 de octubre de 2010

Pasado y futuro


Con sororidad a las que son y a las que aspiran ser…

Por Soledad JARQUÍN EDGAR

La conmemoración del 57 aniversario de la reforma al artículo 34 de la Carta Magna mediante la cual las mujeres obtuvimos el derecho a votar y a ser votadas, exige reflexiones. Hoy tenemos nuevos retos, uno se ha dicho es alcanzar la paridad, otro y mejor sería que esa representación popular, paritaria o como es ahora, consolidar las demandas, viejas demandas de las mujeres, que se hagan realidad, que permitan vivir en un país sin inequidades y sin desigualdades. No es una utopía, se puede.

Al menos en teoría, se piensa y se dice que ya nadie discute si los derechos ciudadanos y políticos de las mujeres son o no justos, sin embargo, la cotidianidad nos habla de una situación distinta a la que nuestras leyes federales, estatales o reglamentaciones municipales dictan o señalan sobre la igualdad entre las mexicanas y los mexicanos. Casi todas sabemos que no es así. La representación proporcional de mujeres en la política o cargos de decisión es infinitamente menor no sólo a las ciudadanas con derecho a votar y ser votadas, desde concejalas, presidentas municipales, legisladoras estatales o federales y menos aún como gobernadoras, incluso a 200 años en esta nación ha sido remota la posibilidad de que una mujer ocupe la presidencia de la República.

La realidad ha sido cuantificada: la infra representación de las mujeres en la vida política del país por ejemplo en los gobiernos municipales no supera el 4 por ciento de alcaldías encabezadas por mujeres; en contraste el número de electoras es superior a los electores en 3.5 puntos porcentuales y sobra decir que población femenina mexicana es superior a los hombres.

Frente a esta insuficiente representación en la vida política de México, tras los primeros 57 años de la “ciudadanía plena” de las mexicanas, resulta claro que no hay equidad. Hay muchas sin razones, uno de ellos es que el espacio político ha sido satanizado para las mujeres a través de campañas que infunden miedo con acciones que hacen pensar que todas serán malas políticas y dan ejemplos, muchos ejemplos.

La lupa con que se mira a las mujeres tiene gran aumento no así en la que se ve lo que hacen y dejan hacer los varones de la política, como señala la antropóloga feminista Marta Lamas; sin bases reales se afirma que todas ambicionan el poder para enriquecerse ¿acaso no sucede lo mismo con muchos, muchos hombres? Se descalifica su capacidad para ejercer el poder y yo pregunto ¿de verdad creen los varones que gobiernan que lo han hecho bien y que la pobreza y la violencia que ahogan al país son resultado de efectos extraños y no del equívoco, la ambición, la corrupción…? y, peor aún, utilizan mecanismos para propagar que no debemos gobernar, una de ellas y muy conocida en el medio político es la que dice que las mujeres son las peores enemigas de las mujeres. Otra mentira que no me deja ver con claridad nada y, sí en cambio, opaca los resultados que hacia las mujeres han tenido los varones y que hoy nos mantiene en un estado de desigualdad terrible cuando se hace visible.

Todas estas aseveraciones como si las mujeres hubiéramos sido construidas en un planeta distinto, como si por el hecho de ser mujeres tendríamos o estaríamos obligadas a ser de otra manera, pero hombres y mujeres crecimos y nos educamos en el mismo espacio, somos producto biológico que procede del mismo lugar y la diferencia está en nuestros genitales, sólo ahí; por tanto pueden también equivocarse, de la misma forma que desde hace varias centurias lo hacen los hombres, porque lo aprendimos, lo cual no justifica ni a unos ni a otras.

Este miedo que se infunde sobre si las mujeres pueden o no ejercer el gobierno (sea legislativo, judicial o ejecutivo) tiene mar de fondo, se llama hegemonía patriarcal, que imposibilita que estas instituciones den esa posibilidad a las mujeres para ejercer el llamado poder político, la representación popular.

A pesar de nuestra realidad, esa que es fácil de ver a través de la desigualdad que nos muestran las cifras, muchas personas aseguran que las mujeres no requieren seguir en esa lucha que todo está resuelto, pretenden tapar el sol con un dedo. Las cifras –insisto- nos revelan lo contrario.

Alcanzar la ciudadanía plena para las mujeres implica abarcar un trecho más amplio, es ir más allá del ámbito político y público, es decir, donde se toman las decisiones. Demanda observar el cumplimiento de los otros derechos; los derechos que se ejercen dentro del ámbito que para muchos es privado, pero por sus repercusiones sin duda tienen una implicación del Estado mexicano: me refiero a la falta de seguridad y la permanente violencia que sigue costando vidas y contando historias de violencia extrema, difíciles de entender cometidas contra las mujeres; así como su derecho a decidir y no a confiscar ese derecho como si eso fuera posible.

Nadie puede negar que hoy mismo se siga discutiendo el derecho de las mujeres a abortar en condiciones de seguridad, sin arriesgar sus vidas y se condiciona la decisión personal a la voluntad política y los cónclaves que existen entre esa componenda llamada derecha-izquierda, la que forman derecha-centro-izquierda, la verdadera derecha y clero mexicano.

Hoy muchas mujeres siguen padeciendo violencia, esa agresión que impone el machismo y que lleva a cometer actos de tortura contra ellas, porque la violencia cobra carta de naturalidad en esa otra idea equivocada que plantea que ellas deben estar subordinadas a ellos y que los varones son superiores a las mujeres, como si fuera un designio divino.

Lo cierto es que en la vida de las personas no hay designios divinos ni destinos impuestos, si así fuera estaríamos en el Paraíso como los personajes bíblicos. Nuestro mundo es construido puede modificarse, transformarse. Se requiere cambiar la composición social, la relación entre mujeres y hombres hacia una más igualitaria y para ello es necesario que más mujeres ocupen sitios dentro de la administración pública y en los puestos de elección popular, la condición claro está es que estén convencidas de que esa condición social desigual cambie; que tengan claro que la violencia no es natural; que sean capaces de impulsar reformas que castiguen la violencia feminicida y que favorezcan el ejercicio pleno de los derechos humanos de más de la mitad de quienes habitamos el mundo.

Pero no sólo en aquellos que tienen que ver con las mujeres de manera directa como los institutos, las regidurías de género o las procuradurías especializadas, programas especiales que se crean… no estas mujeres conscientes de la necesaria igualdad, mujeres con conciencia feminista y no mujeril, deben estar en todos los ámbitos de gobierno.

Es increíble que hoy, en el siglo XXI se estén haciendo las normatividades en los estados para que las mujeres puedan interrumpir un embarazo, abortar pues, cuando la gestación es producto de una violación ¿A qué clase de justicia hemos estado sometidas las mujeres? ¿Qué esperan las y los legisladores para castigar en serio la violencia feminicida, esa que todos los días leemos en la prensa amarillista de nuestras localidades? ¿Cómo hacer entender a los gobernantes que una mayoría de mujeres están en desigualdad de condiciones por el hecho de ser mujeres? ¿Cómo decirles que esa desigualdad provoca asesinatos y muertes por toda clase de enfermedades prevenibles? ¿Cómo hacer para que se enteren que se gastan miles de millones de pesos como resultado de la violencia y que puede evitarse? ¿Qué sepan que se hace necesario reconocer las aportaciones que las mujeres realizan en todos los ámbitos? En suma ¿Qué se enteren que las mujeres existen, que son sujetos y no objetos?

Es muy fuerte lo que pasa y seguirá pasando si ellas –las convencidas de que es necesario cambiar la condición social de todas las mujeres y con ello transformar a la sociedad- no llegan a ocupar un sitio en el poder político y público. Es difícil pero se puede hacer. Siempre y cuando en el mundo patriarcal en el que vivimos, el de los dirigentes partidistas, legisladores, gobernadores, presidentes municipales y toda clase de tomadores de decisiones, aflore el machismo y la misoginia que impide esa posibilidad.

De lo contrario, ningún cambio político tendrá efectos positivos nunca, serán más de lo mismo, es decir, seguiremos viviendo en una sociedad violenta y seguiremos reproduciendo pobreza ¿acaso no son estos dos de los grandes problemas del país?

Han pasado 57 años desde que las mujeres –por decreto- podemos votar y ser electas, las mujeres cambiamos, estamos en todos los ámbitos de la vida, con muchas dificultades pero ahí estamos; no pocas siguen rezagadas, sin voz ni voto y mientras eso exista ningún gobierno podrá decir que ha avanzado en sus políticas de género. Las mujeres ya cambiamos, ¿por qué los hombres no?

jarquinedgar@gmail.com

miércoles, 20 de octubre de 2010

Recuerdan aniversario 57 del voto de la mujer



· En sesión de Cabildo la regidora Bárbara García Chávez realiza recuento histórico de la lucha de las mujeres por la ciudadanía

Faltan 90 años y voluntad para comprobar si la presente centuria será el Siglo de las Mujeres, afirmó la regidora de Equidad y Género, Bárbara García Chávez, al hacer un recuento histórico de la lucha de las mujeres por alcanzar la ciudadanía que en México cumplió 57 años el pasado 17 de octubre, fecha en la que fue reformado el Artículo 34 de la Carta Magna.

En la Sesión de Cabildo, la concejala destacó que a lo largo del siglo XX “a cada tramo de la historia universal, nacional y local nos topamos con una enorme riqueza de propuestas de las mujeres, de agendas reivindicativas, de acciones y transformaciones filosóficas y políticas”.

Hoy ya nadie discute si estos derechos ciudadanos de las mujeres son justos o no, “son nuestros, los hemos conquistado, sin duda uno de los objetivos es la alcanzar la paridad, el número de votos ejercido por las mujeres no corresponde a la cantidad de mujeres que son electas, que alcanzan concejalías o curules en las legislaturas”.

A nivel federal de las y los 500 diputados federales electos, sólo el 23.2 por ciento son mujeres; mientras que en los Congresos de los estados las mujeres ocupan el 12 por ciento de los escaños, y de los dos mil 427 municipios del país, sólo cuatro por ciento están encabezados por mujeres.

García Chávez fue enfática al señalar que a finales de la primera década del siglo XXI, las mujeres estamos dispuestas a consolidar la ciudadanía plena, es decir, a reivindicar nuestro derecho indiscutible a intervenir, con todas las garantías, en el ámbito público, en el gobierno y en la sociedad.

El recuento histórico

La regidora de Equidad y Género hizo un amplio recuento histórico de la ciudadanía de las mujeres cuya demanda de los derechos políticos en el mundo occidental inició en 1789 durante la Revolución Francesa y nacieron las asambleas de mujeres, en 1788 en algunos condados o entidades de Estados Unidos las mujeres podían ser elegidas, pero no votar, y tuvieron que pasar más de 100 años para que en 1893 las mujeres pudieran votar.

Este año cumplimos 56 desde que se sentó en la Cámara de Diputados federal la primera mujer y pudimos elegir y ser elegidas, también más de Medio siglo de ciudadanía y derechos y aun sin representación equitativa.

El origen de este sufragio se sentó el 24 de diciembre de 1946, cuando los diputados reformaron el Artículo 115 Constitucional que entró en vigor en febrero de 1947. A través de esta reforma se establece que: “en las elecciones municipales participarán mujeres en igualdad de condición que los varones con el derecho a votar y ser votadas”. La iniciativa fue enviada por el presidente Miguel Alemán, a propuesta del Frente Único pro Derechos de la Mujer.

Esta disposición legislativa de febrero de 1946, se hizo posible en Oaxaca hasta el 8 de noviembre de 1948 cuando la XL Legislatura local modificó el Artículo 98 de la Constitución Política, concediendo la participación de las mujeres en las Elecciones de Concejales de los ayuntamientos en igualdad de condición que los varones por decreto número 82, lo que hizo posible que en el proceso electoral del 7 diciembre de 1950, Sara Brena Torres fuera electa como la primera regidora que tendría el Cabildo de Oaxaca de Juárez para el periodo 1951-1952.

Sin embargo, agregó García Chávez, el sufragio federal se alcanzó el 17 de octubre de 1953 cuando se aprobó la reforma al artículo 34 de la Carta Magna promulgada por Adolfo Ruiz Cortines. Así, las mujeres adquirieron la ciudadanía y, con ello, el derecho al sufragio federal. En Oaxaca, la XLII Legislatura local promovió las reformas a la Constitución, adicionando el Artículo 24 el 6 de abril de 1956.

La concejala de Equidad y Género recordó que el resultado de esta lucha de las mujeres por su ciudadanía tenemos hasta hoy, en 22 trienios, apenas a 64 regidoras en la capital oaxaqueña. Una sola presidenta municipal interina y una regidora encargada del despacho municipal.

Por otra parte, el Congreso local ha tenido 48 diputadas propietarias, tanto de mayoría relativa o voto directo como de representación proporcional o plurinominales, estas últimas aparecen a partir de la LIII Legislatura local, es decir, hace apenas 24 años.