domingo, 13 de octubre de 2013

Mujeres y Política La señorita y el señorito


¡Qué bonitoooo!


Mujeres y Política
La señorita y el señorito

Soledad JARQUÍN EDGAR
Así como Televisa, la empresa de televisión más importante en México por la cobertura que posee y la capacidad de enajenamiento que tiene, no hizo caso a las miles de firmas que pedían que Laura Bozzo, la señorita Laura, fuera corrida de la barra de entretenimiento de la televisora, el gobernador Gabino Cué Monteagudo hace lo mismo con el caso del secretario de Salud, Germán Tenorio Vasconcelos.
El malestar e indignación ciudadana por la falta de atención a una mujer en una clínica de salud pública en la población de San Felipe Jalapa de Díaz, manifestada a través de los medios de comunicación no tuvo ningún eco en el gobernante oaxaqueño, que contrario a lo que se esperaba, respaldó a su amigo Tenorio al acudir a la inauguración de una campaña de vacunación en medio de la tormenta de críticas al sistema de salud y en específico a su titular.
Sin duda alguna, son señales de autoritarismo por parte del mandatario oaxaqueño, a quien nada le importaron las muchas manifestaciones en las redes sociales, los medios de comunicación y, por supuesto, las cartas y conferencias de prensa que mostraron –en esta coyuntura- la ineficiente actitud de quien dirige el sistema de salud estatal. Tan sólo la carta titulada Horror en Oaxaca, dirigida al gobernador de Oaxaca y a la secretaria de Salud, Mercedes Juan, a través de Avaaz.org llevaba la mañana de este sábado más de 30 mil firmas.
El caso de la mujer cuyo hijo nació en el jardín de la clínica al no ser atendida de forma inmediata, entre otras cosas porque no hablaba bien el castellano y no le entendieron, es sólo la punta de iceberg, como se ha demostrado con las muchas denuncias que revelan el ineficiente sistema de salud que termina con la vida de las personas, en específico de las mujeres o que las dejan con incapacidades para el resto de sus vidas.
Sin embargo, las señales del gobernante al respaldar con su presencia en un acto público al secretario de Salud, van en contra de lo que denuncia y opina la ciudadanía oaxaqueña por la permanente violación a uno de los derechos fundamentales de la población: la salud.
Si Germán Tenorio se quejó de la acción “morbosa”, como llamó al hecho de publicar la fotografía de la mujer pariendo en el jardín de la clínica el pasado 2 de octubre, esta semana, el secretario de Salud se volvió un “ente mediático” un señorito Tenorio, apareció en todas partes, incluyendo una visita a la mujer afectada, a quien “personalmente” auscultó y donde, por cierto, no le importó que los fotógrafos de su equipo le tomaran las fotografías correspondientes. También fue nota de primera plana en algunos medios el acto en el que apareció sonriente junto con su amigo Gabino Cué.
Pero la visita a la clínica de San Felipe Jalapa de Díaz, donde lo acompañó la presidenta municipal, Silvia Flores, así como “compañeros de la prensa” como llamó a quienes laboran en los medios de comunicación, se trató de un acto que buscaba, antes que nada, resarcir solo mediáticamente el daño a su imagen pública, de funcionario “honesto” y “desvelado” por la vida y la salud de la población oaxaqueña. 
Antes, incluso, Tenorio Vasconcelos emitió una disculpa a la mujer que no recibió atención. Su disculpa fue vía las redes sociales, en específico por twitter, como si ella tuviera  a la mano un celular, un ipad o una computadora para recibir la disculpa del funcionario, lo que demuestra, una vez más, la falta de sensibilidad y la audacia de pretender convencer más que con hechos, con actos vacíos y sin sentido alguno. Actos para las demás personas, no para las víctimas. Patético sin duda.
Este tipo de actitudes no son sino un reflejo de lo que se piensa y se cree fervientemente acerca del pueblo al que se gobierna, al que se considera incapaz del análisis, la reflexión, de comprender y entender que los malos resultados no son sino consecuencia de la corrupción y también de la omisión. Un gobierno que como se dice en voz alta está quebrantado, donde Gabino Cué Monteagudo, debe aguantar, entre otras cosas, porque los compromisos son pactos de sangre entre el gobernante y su gabinetazo.
Por eso las actitudes inexplicables y las respuestas sin sentido. En otros países un servidor público que no da el ancho se va, renuncia por cuenta propia, no necesita que le firmen cartas ni que las organizaciones no gubernamentales y ciudadanía le hagan denuncias públicas, no se requiere nada de eso, es un asunto de ética. Sin embargo, Tenorio pide con toda desfachatez que no se adelanten juicios y espera los resultados de instancias como la Comisión Estatal de Arbitraje Médico de Oaxaca y de otros organismos de derechos humanos. En fin, la pregunta es ¿habrá un resultado imparcial?
Así que en tanto se siguen reuniendo firmas y firmas para solicitar al gobernador (toc, toc…¿hay alguien ahí?) que tome al toro por los cuernos, Tenorio sigue lanzando declaraciones realmente increíbles e injustificables, aquí una de esas perlas: “No hay justificante, no hay manera de justificar lo sucedido, eso lo tomamos como una llamada de atención para implementar estrategias que permitan reforzar los esquemas presupuestales y tener recursos suficientes para tener médicos suficientes en todas las regiones y en todas las unidades”.
De nueva cuenta, el secretario de Salud reduce las fallas del sistema que dirige a la falta de dinero y solo hasta entonces “implementará estrategias” y solo hasta entonces, repito, habrá personal médico suficiente en todas las clínicas. Si seguimos esa vieja premisa o pretexto, tendremos que concluir que a la falta de dinero no habrá estrategia ni personal médico capaz de responder a las necesidades de la población con las consecuencias que recaen en mala atención a la salud. Un ejemplo claro y evidente es el Hospital General Dr. Aurelio Valdivieso, desmantelado y desvencijado, donde hay toda clase de especialistas luchando todos los días para salvar vidas, aunque no siempre lo logran porque cuando no hay una cosa, falta la otra, incluyendo quirófanos.
Es decir, no hace falta ir hasta las lejanas comunidades para descubrir cómo el sistema de salud pública de Oaxaca tiene serios problemas y que esos problemas se han agudizado en los últimos tres años, los años del gobierno que prometió cambios y si ir para atrás es cambiar, tendremos que decir y reconocer que lo está logrando.

ArceliaYañiz, decana del periodismo

Arcelia Yañiz

Arcelia Yañiz recibió su título profesional como Licenciada en Periodismo a sus 95 años de edad. Como ella misma dice, una buena periodista vivirá eternamente. Su historia, una historia de pasión por sus amores: la lectura, el teatro y el periodismo, nos revelan cómo las mujeres, en todos los tiempos y a pesar de las dificultades, se abren paso en un mundo donde ellas estaban excluidas. Su caso excepcional, su gestación periodística inicia en los finales de los años veinte y principios de los años treinta, justamente en aquellos años en que otras mujeres atraían las miradas desde el centro del país como la pintora Frida Kahlo o la mecenas del arte María Antonieta Rivas Mercado, los tiempos de mujeres como Guadalupe Marín o Tina Modotti.  A sus 16 años se inició en el periodismo, cuando ni siquiera se había conseguido el sufragio femenino, pero el país entero era un hervidero de mujeres en demanda de sus derechos fundamentales.
En realidad ella quería ser escritora, por eso hoy, a sus 95 años sigue escribiendo en El Imparcial de Oaxaca y está preparando un nuevo libro. Fue una incansable promotora del teatro, etapa de su vida que ha retratado en un libro de su autoría: Teatro en Oaxaca.
Sin discusión, Doña Arcelia Yañiz Rosas abrió una amplia avenida en los medios de comunicación para las mujeres oaxaqueñas del siglo XX, porque era su pasión y como pertenece a esa generación de mujeres extraordinarias se propuso a cumplir sus sueños, contra viento y marea. Todavía hace unos años se le podía ver en la conducción de un programa en la televisión local y como dije antes hoy se le puede seguir leyendo en El Imparcial de Oaxaca.
Lo que queda claro es que entre doña Arcelia Yañiz y las nuevas generaciones hay una avenida increíble que las separa, se llaman las nuevas tecnologías de la comunicación-información, pero sobre todo el modo de hacer periodismo.
Sin duda, la aportación de Arcelia Yañiz al periodismo oaxaqueño a lo largo de 80 años se reconoce con la obtención del grado académico recibido que, además, la coloca en un sitio especial para la historia no sólo local sino mundial, según las palabras de Teodoro Rentería.
@jarquinedgar