Mujeres y Política
Las horas largas
Soledad Jarquín Edgar
Las elecciones 2012 ya
terminaron en los hechos, en estos
momentos se cuentan los votos, miles de votos, la participación del electorado
se estima en el 62 por ciento, y se califica por el IFE como una jornada
electoral exitosa.
Los hechos parecen
contundentes. El PAN se va de los Pinos luego de 12 años de gobierno
conservador y un saldo rojo. El resultado es un rechazo a los gobiernos de
Felipe Calderón y Vicente Fox. Sus hechos también son contundentes para México,
son dolorosos, están llenos del horror de una sangrienta y cruenta guerra, que
dejó miles de muertos, inseguridad potenciada y mucha pobreza. Calderón saldrá
como entró a la presidencia hacia seis años: por la puerta de atrás, pero a diferencia
del 2006, se irá solo, sin los perros que lo protegieron entonces.
Sin duda la jornada electoral
ha sido ejemplar. Miles de personas en las urnas como votantes y como
funcionarias, una mayoría importante de ellas fueron las mujeres y que es
importante destacar.
Así, con su participación, la
ciudadanía construye su camino pero todavía tiene una distancia real y efectiva
para que sea una auténtica democracia, una democracia moderna, según los nuevos
tiempos. Las denuncias permanentes a lo largo de la jornada: la compra de
votos, el robo de urnas, los excesivos gastos de campaña, las viejas prácticas
que nunca se fueron, le sacaron chipotes al proceso electoral, mancharon el
trajecito nuevo y le pusieron piedras al camino de la libertad.
Así bajo la sombra funesta de
los intentos derroteros o golpes certeros a la insipiente democracia mexicana,
el PRI vuelve tras convencer a una mayoría, que no es la mayoría aunque parezca
redundante, a través de ésta vía o por otras razones como aquella que los
expertos en la política califican como el masoquismo político mexicano.
La primera encuesta de salida
le da el triunfo a Enrique Peña Nieto; lo reconoce Felipe Calderón; la
candidata del PAN, Josefina Vásquez Mota hace lo propio, y Gabriel Quadri le
pide a Andrés Manuel López Obrador que reconozca el triunfo del PRI, el
tabasqueño señala que va a esperar hasta el fin del cómputo. Peña Nieto propone
con el resultado preliminar la reconciliación nacional y reconoce que el PRI
tiene una segunda oportunidad. Ello implicará sin duda mucho trabajo,
despojarse del viejo PRI con el que hasta ahora llegó y tendrá que dar muestras
contundentes si quiere honrar sus palabras.
Las horas largas empiezan.
México termina la jornada entre el júbilo de unos y el desconcierto de otros; así
es la democracia, no siempre se gana pero tampoco siempre se pierde. La suerte
está echada.