Soledad JARQUÍN EDGAR
Este domingo 17 de octubre, las mexicanas conmemoramos el 57 aniversario desde que se aprobó la reforma al artículo 34 de la Carta Magna promulgada por Adolfo Ruiz Cortines, reconociendo la ciudadanía de las mujeres y con ello el derecho al sufragio federal.El recuento no ha sido del todo positivo, las estadísticas no mienten; pero no voy a hablar de eso, así que aprovechando el aniversario 57 de la reforma a la Constitución mexicana recordaré a la primera concejala del Cabildo de Oaxaca de Juárez: Sara Artemisa Brena Torres, quien asumió ese cargo el 1 de enero de 1950, cuando todavía las mexicanas no podían elegir a los gobernantes estatales, federales de los poderes Ejecutivo y Legislativo.
Esto fue posible gracias a una reforma legislativa del 8 de noviembre de 1948 cuando la XL Legislatura local modificó el Artículo 98 de la Constitución Política estatal, concediendo la participación de las mujeres en las Elecciones de Concejales de los Ayuntamientos en igualdad de condición que los varones por decreto número 82.
Así por primera vez en la historia de la ciudad de Oaxaca, en el proceso electoral del domingo 7 diciembre de 1950, apareció el nombre de Sara Brena Torres como integrante de la planilla del Partido Revolucionario Institucional y fue electa como la primera regidora que tendría el Cabildo de Oaxaca de Juárez para el periodo 1951-1952.
Sara Brena Torres –nació un 20 de octubre de 1913- fue la tercera hija de María de los Ángeles Torres y de Enrique Brena, una familia acomodada procedente de Ejutla de Crespo. Sus dos hermanos mayores fueron Mario y Rodolfo, el segundo llegaría a ser gobernador de Oaxaca en 1962, 12 años después de que Sarita había sido regidora. El resto de la familia estaba compuesta por Margarita, Enrique, María de Lourdes, Julio, Alfredo y Alicia.
Cuando Sarita tenía tres años, su padre había emprendido la defensa de Oaxaca contra los Carrancistas en 1916 para detener el avance de la División Veintiuno, dirigiendo a uno de los grupos de los Cuerudos. Enrique Brena fue diputado de la XXII Legislatura local (1913-1915) y aspiró a ser gobernador de Oaxaca, lo que no consiguió debido a que estalló la rebelión Vigilista. Su abuelo paterno, Pascual Brena había sido jefe político del Distrito de Ejutla. Le apodaban el “manco” Brena luego de que perdiera un brazo cuando junto con Porfirio Díaz combatió a los franceses en1866.
Sin duda, en la casa de la familia Brena las conversaciones giraban en torno a los acontecimientos políticos de la época, primero a través de quienes visitaban a su padre y después por las actividades que como estudiantes realizaban sus hermanos mayores, quienes eran aficionados a la oratoria y aspiraban a formar un partido político estudiantil. Sara fue testiga de aquellas conversaciones, un privilegio si consideramos que entonces las mujeres no opinaban sobre el tema, ella sí.
A Sara Brena Torres se le recuerda todavía como una mujer bella, afable y muy querida entre la población, no sólo de Oaxaca de Juárez sino en otras localidades de la entidad, los registros bibliográficos hablan sobre su participación en los concursos estudiantiles que entonces se realizaban, así como en aquel malogrado certamen de belleza que se organizó para conmemorar el IV Centenario de la elevación al rango de ciudad de la capital oaxaqueña. Actividades que en 1932 buscaban levantar el ánimo de la gente por aquel terrible terremoto de 1931 y que terminó con la renuncia de las dos finalistas Consuelo Ruiz y Sara Brena, luego de que el ferrocarrilero Luis Escárraga perdió la vida abatido a tiros por un partidario de una de las candidatas; así que la Señorita Oaxaca, quien presidió las fiestas del IV Centenario fue Margarita Santaella.
Señalo aquí que otro de los motivos para celebrar aquellas fiestas fue el descubrimiento de las Joyas de la Tumba Siete de Monte Albán, el 9 de enero de 1932 por Alfonso Caso y su equipo de colaboradores y colaboradoras, entre ellas María Lombardo.
No sé si fue su belleza siempre reconocida o la muerte prematura de Sara Brena, ocurrida un 13 de octubre de 1956, cuando tenía apenas 43 años de edad, lo que llevó a muchas y muchos a olvidar que fue ella la primera mujer regidora de Oaxaca de Juárez, un camino que 57 años después resulta inequitativo para las mujeres, aún no hay paridad en este sentido y ninguna mujer ha sido electa presidenta municipal en la capital del Estado.
Este camino de invisibilización que se ha hecho de Sara Brena empezó, habría que decirlo, cuando los medios impresos, los únicos que había entonces, ignoraron la noticia de que por primera vez una mujer sería regidora, las actas de cabildo dan cuenta sin embargo de aquel acontecimiento:
A las 11:05 de la mañana del lunes primero de enero de 1951 inició la sesión de Cabildo. El todavía presidente Dr. Manuel Robles Gris dio la aprobación para iniciar el acto al que asistieron: el gobernador Manuel Mayoral Heredia, los representantes de la Legislatura local, el H. Tribunal Superior de Justicia del Estado, la Comandancia de la XXVIII Zona Militar y otros invitados.
Entre los concejales electos figuraba el doctor Lorenzo Mayoral Lemus, quien por escrutinio secreto obtuvo la mayoría absoluta de votos para el cargo de presidente municipal constitucional, además, Juan Ortiz Sumano y Pedro Martínez Villanueva fueron designados síndicos primero y segundo, respectivamente. Luego se procedió a la numeración de concejales; Sara Brena Torres fue designada como concejal número uno; dos, Antonio García Flores; tres, Manuel Robles Gris; cuatro, Jorge Pérez Guerrero; cinco, Alfonso Jarquín Pérez; seis, Cirino Alonso; siete, José Guadalupe Luna; ocho, Andrés López Ruiz.
De este acontecimiento da cuenta “Provincia”, Diario de Oaxaca, del 2 de enero de 1951, en el centro de la primera plana del periódico se lee: “Es electo presidente municipal de la Ciudad el Dr. Lorenzo Mayoral Lemus”, en la página dos donde sigue la nota periodística se menciona que también se realizó la enumeración de concejales entrantes “los números siguientes: Uno, señorita Sara Brena Torres”.
En entrevista, Alicia Brena, hermana de Sarita, me contaba que efectivamente fue un hecho sobresaliente el que su hermana Sara fuera designada como regidora convirtiéndose “en la primera mujer en ocupar un cargo de esa naturaleza, porque entonces las mujeres no figuraban para nada”, aunque considera que los elementos
fundamentales fueron sin duda alguna su carisma y personalidad, aunado a provenir de una familia conocida, “porque entonces en Oaxaca todos nos conocíamos, era una ciudad muy chica”.
En la segunda sesión de Cabildo del 2 de enero de 1951, fueron designadas las comisiones. Sara Brena Torres se hace cargo de la regiduría de Educación, Beneficencia y Publicidad. De acuerdo a lo que se puede leer en las actas de cabildo, Sara Brena tuvo una asistencia irregular a las sesiones, esto debido a que padecía de nacimiento de una afección cardiaca que la llevó a retirarse en diversas ocasiones de su tarea como regidora.
Aunque fueron pocas sus intervenciones, algunas de ellas tuvieron especial relevancia, como sucedió el viernes 7 de marzo de 1952 cuando llevó a la sesión de Cabildo el caso de “abuso” cometido contra un grupo de presas por parte del Alcaide de las Cárceles Púbicas, David Reyes Domínguez y pide su consignación.
Como responsable de Beneficencia, Brena mostró su permanente preocupación por las condiciones de las personas que se encontraban en el Asilo Municipal y propuso en más de una ocasión la compra de ropa y mejoras en la alimentación. También fue solidaria con las y los empleados municipales, como sucedió en la sesión de Cabildo del martes 16 de diciembre de 1952, cuando cedió los cinco días de aguinaldo que les correspondían a las y los empleados de mayor antigüedad, acción que no secunda ninguno de los regidores.
Tres días más tarde, en sesión de Cabildo se discutió de nueva cuenta qué cantidad se daría como aguinaldo al personal del Ayuntamiento, la propuesta de Sara Brena fue aceptada y finalmente se pagaron 10 días de sueldo como aguinaldo.
El gobierno municipal concluyó su gestión el jueves primero de enero de 1953 cuando fue electo un nuevo gobierno municipal, esta vez encabezado por Rogelio R. Santaella como presidente municipal, por segunda ocasión una mujer fue designada como regidora, la profesora Teresa Luna Vargas a quien se le asignó la comisión especial de Educación y Beneficencia.
Sara fue entonces la primera mujer regidora en el gobierno municipal de Oaxaca y pudo haber sido la primera diputada federal por el estado, si su madre María de los Ángeles Torres Barriga hubiera aceptado la propuesta del entonces gobernador Manuel Cabrera Carrasquedo, quien solicitó permiso para que su hija fuera diputada federal, así se estilaba entonces. Se trataba del primer proceso electoral en el que las mujeres podían participar luego de haber conseguido el sufragio universal, según decreto publicado en el Diario Oficial el 17 de octubre de 1953, que por primera vez llevaba a las urnas y a ser electas más allá del ámbito municipal a las mujeres en 1954.
Sara Artemisa Brena Torres murió en la ciudad de México tras someterse a una operación del corazón. El periódico El Imparcial, fundado el 26 de noviembre de 1951, dio cuenta de sus exequias durante los días 14 y 16 de octubre, que se convirtieron en multitudinarios actos que encabezaba la familia Brena Torres y el entonces gobernador el General de Brigada José Pacheco Iturribarría.
Desde que Sara Brena fue regidora han pasado 22 trienios, sólo otras 64 mujeres han sido regidoras en la capital mexicana y repito ninguna mujer ha sido electa para ocupar la primera concejalía. Para alcanzar la equidad falta mucho todavía.
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