lunes, 10 de diciembre de 2012

Mujeres y Política: Avances para la Igualdad


Mujeres y Política
Avances para la igualdad

Soledad JARQUIN EDGAR
Tres estrofas escritas por el poeta Antonio Machado y tres más por el cantante Joan Manuel Serrat componen la letra de la famosa canción que en los años sesenta grabó Serrat y que curiosamente se puede encontrar con dos nombres: Cantares o Andares. De esa canción se me vienen a memoria los versos escritos por el poeta en la estrofa número XIX: Caminante, son tus huellas/el camino, y nada más;/ caminante, no hay camino,/ se hace camino al andar...Caminante, no hay camino, sino estelas en la mar.

El Grupo de Estudios de la Mujer “Rosario Castellanos” cumple 35 años de trabajo a favor de los derechos humanos de las mujeres en Oaxaca. La historia empieza cuando un grupo de universitarias se reúnen en un circulo de estudios y pasan pronto de la lectura a la acción, al participar en una marcha estudiantil con una enorme manta que sorprendió a propios y extraños. Las estudiantes y maestras pidieron el derecho al aborto.
Ese circulo de estudios se reunía en 1976 en el entonces Centro de Sociología ubicado en el edificio universitario frente al jardín dedicado a Antonia Labastida. Al frente estaba Margarita Dalton y sus alumnas Guadalupe Musalem y Ruhama Ortiz, entre otras. Sin duda en el ambiente de aquellos años había la efervescencia por la recién concluida Primera Conferencia Internacional de la Mujer que organizó la ONU en México.
Dato curioso, en una reciente entrevista con Margarita Dalton me decía que en aquel entonces, la directora del Centro de Sociología, Regina Gibaja,  le preguntaba ¿Cómo saben ustedes que las mujeres quieren liberarse? ¿Cómo saben si quieren que las liberen? Dalton apunta que no tenían ninguna respuesta a esa pregunta, sin embargo, a 35 años de distancia, estoy segura que por lo menos 91 jóvenes podrían responder afirmativamente a esa pregunta y tal vez, resulta imposible estimar cuantas cientos de mujeres dirán que si querían liberarse de las opesiones machistas que tanto lastiman sus vidas.
Es verdad que este grupo no fue el primero –recordemos a las sindicalistas de la UABJO que ya entonces hacían planteamientos sobre las necesidades que las trabajadoras tenían, es decir desde su condición social y por otro lado estaban las mujeres del PRT-, sin embargo, las del Grupo de Estudios de la Mujer Rosario Castellanos, conocidas ahora como GES-Mujer fueron las que perduraron en la tarea de hacer visibles los problemas de las mujeres. Con el tiempo, fundaron la Casa de la Mujer Rosario Castellanos, honrando así la memoria de la escritora mexicana que en su poema Meditación en el Umbral proponía “Debe haber otro modo…otro modo de ser humano y libre, otro modo de ser…” para las mujeres, que era al fin de cuentas uno de sus objetivos, encontrar ese lugar diferente, lejos de la violación de sus derechos humanos.
En ese nuevo espacio, GES Mujer ofreció por años atención psicológica y asesoría legal a las mujeres que vivían violencia, además de atender las áreas de salud, trabajo, educación y lo más importante es que incidieron en la creación instancias gubernamentales o en la promulgacón de leyes para garantizar el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres, podríamos decir, por ejemplo, la Procuraduría del Menor, la Mujer y la Familia dependiente del DIF, hoy diríamos que no tiene ninguna razón de ser que sea el DIF quien atienda esa parte, porque la violencia contra las mujeres y las niñas es ya un delito y no un asunto de conciliación o de tipo administrativo.
Al mismo tiempo, estas mujeres compartieron sus lecturas y conocimientos mediante pláticas que todavía hoy se realizan las tardes de los miércoles, es decir, su trabajo es permanente, ahora sabemos que esas charlas llevaron a muchas mujeres a preguntar e interesarse acerca del feminismo, de los derechos humanos de las mujeres y las opesiones que comunmente se ejercen contra ellas y en muchos casos se interesaron por buscar ese otro “modo de ser, más hmano y libre” como planteaba Rosario Castellanos. Se trataba de mujeres que vivían o veían la violencia en sus casas, escuelas, trabajo, las instituciones o la calle. Fue ahí donde se gestaron nuevas feministas como reconocerían algunas de las mujeres que participaron en los conversatorios que se realizaron este viernes para conmemorar los 35 años de GES Mujer.
Pero, el Grupo de Estudios de la Mujer no estaba conforme con hacer estas lecturas y charlas considerando que cada día más mujeres tocaban a sus puertas para preguntar o pedir ayuda. Pensaron en crear un albergue, contó Margarita Dalton, pero no lo hicieron por los muchos casos de violencia que había contra este tipo de instancias, así que crearon la Casa de la Mujer “Rosario Castellanos”.
Desde ahí, extendieron su labor hacia las comunidades indígenas y rurales de Oaxaca, mediante un trabajo que de alguna forma monitoreaba los modelos de atención que las instituciones ofrecían para las mujeres y, los mejores resultados, se daban cuando las instituciones permitían que esos modelos pudieran cambiarse mediante un largo proceso de concientización al personal y algunos cambios sugeridos por estas mujeres.
En la Casa de la Mujer también realizan investigaciones desde un enfoque de género, en su tarea son temas fundamentales la salud sexual y reproductiva con énfasis en la salud materna, la erradicación de la discrimianción y violencias basadas en el género.
Sus proyectos a favor de las mujeres han sido retomados por los diversos gobiernos estatales, en especial la reducción de la muerte materna, a través de programas como Paso a paso cuida el embarazo y la capacitación y sensibilización al personal médico de los servicios de salud pública de Oaxaca en la aplicación de normas oficiales sobre el buen trato a la paciente y la denuncia en caso de violencia.
Pero sin duda, el proyecto más importante del Grupo de Estudios de la Mujer “Rosario Castellanos” es el Fondo de Becas Guadalupe Musalem, que consiste en otorgar apoyos económicos, educativos y de otro tipo a adolescentes y jóvenes, que viven en una comunidad indígena, que han concluido con buenas calificaciones su educación secundaria y que por falta de recursos están en riesgo de dejar la escuela.

La beca creada hace poco más de una década, ha cambiado la vida de 91 mujeres, algunas de ellas en la actualidad han terminado incluso no sólo su bachillerato sino que estudiaron una carrera universitaria en Oaxaca, la ciudad de México y otras entidades del país y hasta postgrados en el extranjero. Tres de estas jóvenes se han hecho acreedoras al Premio Nacional de la Juventud y algunas ya son tutoras de nuevas generaciones de becarias. Pero, además, muchas de estas jovenes cuyas edades no rebasan los 20 años cuando ingresan como becarias, ayudan en sus propias comunidades a transformar la vida de otras mujeres, se convierten en líderes de proyectos de formación y sensibilización.
Con estas acciones se cumple la misión de transformar la sociedad, en una más justa y equitativa que respete los derechos de las mujeres.
Por ello, concluyo como empecé, sin duda alguna, las mujeres del Grupo de Estudios de la Mujer “Rosario Castellanos” han hecho camino al andar, abrieron el espacio para que en Oaxaca se visibilizara la condición social de las mujeres.
GESMUJER hace camino al anda y su historia deja estelas en la mar y ahí están las huellas indelebles de Guadalupe Musalem Merhy, Regina Gibaja, Gabriela Martínez, Reyna Moguel, Antonia Alcalá, María Elena García, Beatriz Hernández Ximena Avellaneda, Martha Aparicio, Tania Melchor, Mary Olguin, Catalina Aquino, Angélica Ayala, Concepción Núñez Miranda, Olga Lidia y Noemí Calderon, entre otras muchas que se me escapan a la memoria pero no son menos importantes.
El principio de la igualdad
La sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de esta semana que determina que “la exclusión de la posibilidad de que parejas del mismo sexo contraigan matrimonio es inconstitucional; es decir, que en el caso de Oaxaca, el artículo 143 del Código Civil contraviene lo establecido por los artículo 1º y 4º de la Constitución Federal al violentar el principio de igualdad y no discriminación así como el de protección jurídica a las familias respectivamente”, levanta la tolvanera más grande de los últimos tiempos en materia de las libertades humanas.
Por un lado, los grupos conservadores declaran una permanente oposición y crítica que a estas alturas de los avances en materia de igualdad humana resultan obsoletos, y por otro lado lo que hay es la esperanza de seguir adelante en la reivindicación de derechos humanos en materia de igualdad y no discriminación específicamente de la disidencia sexual y de género, como ha señalado el abogado Alex Ali Méndez Díaz.
La resolución de la SCJN es resultado de un amparo interpuesto por dos parejas, una homosexual y otra lesbica, a quienes el Registro Civil de Oaxaca les negó el derecho a contraer matrimonio civil, hoy las cosas cambian, porque no sólo la autoridad estatal tendrá que acatar lo que dictó el maximo tribunal de la nación sino que como señala Alex Ali Méndez se abre la puerta al matrimonio igualitario en todo el país, pues con este precedente “estamos ante la primera sentencia a nivel nacional en su tipo que ordena a una entidad federativa celebrar el matrimonio entre personas del mismo sexo sin necesidad de una inmediata reforma legislativa”.
Hace poco entrevistamos a la pareja de mujeres a las que les fue negado el matrimonio civil en Oaxaca. Hoy celebran esta posibilidad y la resolución de la Corte. En aquella entrevista, publicada en Las Caracolas (29 de abril de 2012), Libeth y Monserrat (nombres que las entrevistadas escogieron para guardar su anonimato) revelan la forma en que son discriminadas por su preferencia sexual, los problemas que enfrentan con sus familias y a veces por amigos de escuela y de trabajo cercanos.
Asuntos que la verdad les preocupaba ante la posibilidad de pasar de la discriminación a la violencia física. Ahora ambas preparan la boda que habrá de celebrarse seguramente en muy poco tiempo y cerraran con ello un ciclo oscuro en las libertades humanas impuesto, claro está, por el mismo sistema opresor de las mujeres: el patriarcado homofóbico y misógino.
“Vencieron los obstáculos que el Estado intentó imponer para evitar lo que hoy es una realidad: el reconocimiento del derecho de las parejas de personas del mismo sexo a contraer matrimonio”, subraya Méndez Díaz, quien sostiene que la negativa inicial de los servidores públicos de Oaxaca lo que mostró fue desconocimiento de los más altos estándares nacionales e internacionales en materia de derechos humanos, lo cual ya no sorprende a nadie y el recuento negativo para el gobierno de Gabino Cué en esa materia de observa en muchos sentidos, pero él permanece como abstraído de esos problemas que todos los días, sin excepción, le tocan las puertas del Palacio de Gobienro.
Sin duda, debe revisar a fondo a sus funcionarios de la Consejería Jurídica que como se dice “tiro por viaje” lo meten en problemas y por supuesto a otros servidores públicos que parecen “chiles de todos los moles”, entán en todo menos en misa, bueno ya les digo, ahora resulta que son analistas, lo que tienen que hacer es concentrarse en sus tareas que para eso les pagan y bien, de lo contrario seguirán llenando el ánimo de quienes votaron por la alianza al descontento y entonces volverán las oscuras golondrinas a posarse a los balcones de Oaxaca.
Bueno, la propuesta de reforma, que también es necesaria, está ya en manos del Congreso, donde se dijo existe consenso de la diputación para salir adelante con la reforma legislativa para modificar la actual configuración normativa del matrimonio, el establecimiento del procedimiento para la reasignación sexo-genérica, la tipificación del delito de discriminación así como la inclusión del crimen de odio como una agravante del delito.
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