A Reserva
Las burlas de Cué
Bárbara
GARCÍA CHÁVEZ
A partir
del llamado del gobernador Gabino Cué Monteagudo a las organizaciones de la
sociedad oaxaqueña para adherirse al Acuerdo de Gobernabilidad y Concordia, los
grupos, asociaciones, sindicatos y partidos políticos ven la oportunidad de
pedir regalos y prebendas -cual si se tratara de la carta a los reyes magos-, incluso hay quien asegura que
el gobernador pareciera desesperado y
habría que aprovechar para hacer su agosto.
Claro que
la mayoría de agrupaciones sociales ignoran el camino para llegar a los brazos
de Cué Monteagudo y acceder a la firma correspondiente que les permita entregar
sus peticiones al gobernante. Todo parece indicar que primero debe haber
movilización para hacerse visible y ser llamados a la concertación. Por
supuesto, entre más gente se movilice y mayor bulla se haga, las posibilidades de
tener éxito aumentan.
El
gobernador de Oaxaca se encuentra tan dispuesto a la negociación que
verdaderamente resulte en posibilidades de gobernanza, que aceptó reunirse con
la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, para
recibir su pliego de demandas. Las y los maestros aprovecharon el desfile del 1
de mayo para llegar al palacio de gobierno y gritar sus consignas en las que
incluían un “no al acuerdo”.
Sin
embargo, platicaron y concurrieron en lo que nadie en su buen juicio podría
estar de acuerdo. Celebraron, por ejemplo, la coincidencia de continuar
impulsando juntos la mejora de la calidad de la educación pública en el estado.
Gabino Cué condescendiente afirmó que
comparte su preocupación y prioridad por la educación y reconoció el gran
esfuerzo que la sección 22 ha hecho para elaborar un plan que mejora la
educación en Oaxaca. Al parecer la gobernabilidad requiere decir incongruencias
que ofenden la dignidad de la población oaxaqueña.
El
gobernador despidió a la comisión magisterial con una palmada de espaldas, una
buena foto y una bofetada al pueblo al aseverar “que el magisterio oaxaqueño
viene aportando mucho a la gobernabilidad del estado, porque a pesar de hacer
uso de su derecho a la libre
manifestación, no ha realizado bloqueos como en épocas anteriores”.
Parece chacota
verdaderamente que con todo y la “buena voluntad” del gobernador y a pesar de
la demostración de empatía con las causas magisteriales, la
sección 22 emplazó al paro indefinido de los 74 mil 590 integrantes del
magisterio desde el 15 de mayo, afectando a un millón 300 mil alumnos.
Y mientras
el propio gobernador busca formas para alcanzar alianzas que le permitan
gobernar, los altos y medianos mandos de
la administración estatal, siguen la inercia de hacer lo menos, gastar lo más
en su promoción política o cuando menos en capitalizar los privilegios
alcanzados en aras de pagar favores electorales. Ese, precisamente, resulta el
sino de la coalición por la paz y el progreso.
De verdad ¿no más violencia?
Está de
risa, el gobierno de Oaxaca que anunció con bombos y platillos que 2012 sería
el año de la NO violencia hacia las mujeres, para lo que se le ocurrió al
gobernador otra treta mediática que coronó con el enunciado: “Gabino Cué impulsa
acciones para combatir violencia contra las mujeres”. Sin embargo, como una
guasa infantil, festejó el día de los niños y noel de las niñas.
La tan
anunciada acción consistió en cuatro días de escuelita para burócratas de 21
estados de la república, hoteles, paseos y comidas de lujo, todo incluido,
pagado por supuesto por nuestras tan endeudadas arcas del estado. El evento
organizado y presidido por la funcionaria fashión Dilcya Samantha García
Espinoza de los Monteros, titular de la Comisión Nacional para Prevenir y
Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), de la Secretaría de
Gobernación.
Al
inaugurar el Seminario Taller de Centros de Justicia para las Mujeres, la
demagogia en los discursos fue la constante; en principio Cué Monteagudo indicó
ufano el compromiso que las
instituciones de México, las organizaciones sociales y el sector académico del
país tienen a favor de la mujer; sin embargo, en el acto no se encontraba quien
representara formalmente ni al sector académico ni el social, no por lo menos
de Oaxaca. Asimismo, nuevamente fue notoria la ausencia de la directora general
de la instancia estatal de las políticas de género.
La
titular del CONAVIM solo atinó a reconocer lo único que no se mide, salvo que
sea con notas de ocho columnas y cacaraqueados compromisos políticos: la
voluntad política, que según ella es suficiente, aunque no se acompañe de
acciones positivas y contundentes.
Así, otra
vez, se acudió al desgastado y retórico recurso de la inclusión de las mujeres
en las políticas publicas; se escucharon sendos discursos que ofenden la
inteligencia y dañan más aún la disminuida democracia que ve casi inalcanzable
la justa igualdad.
Habrá
quien piense que un taller es importante, sin duda, siempre que sea una
posibilidad de abundar en acciones encaminadas verdaderamente a solventar la
penosa condición de violencia hacia las mujeres en Oaxaca.
Pero no
es así, no en esta ocasión donde presidieron el evento de manera pomposa y
desfachatada los funcionarios de élite, aquellos, uno a uno, a quienes su
presencia pudo denigrar los derechos de las mujeres o cuando menos tolerarlo
convenientemente.
Francisco
Martínez Neri presidentes de la Mesa Directiva de la Legislatura local; Alfredo Lagunas Rivera, Presidente del
Tribunal Superior de Justicia del Estado; Manuel de Jesús López López,
Procurador General de Justicia; los secretarios de Salud, Germán Tenorio
Vasconcelos, y de Seguridad Pública, Marco Tulio López Escamilla.
La
indiciosa omisión del estado en cuestión de leyes, por ejemplo, en razón de las
reformas integrales en materia de violencia obstétrica, familiar y claro la
tipificación como delito autónomo del feminicidio; lo menos que podríamos decir
del Congreso del estado es que ha sido omiso, negligente y cómplice de esta
violencia institucional.
Qué decir
de la impartición de justicia en Oaxaca que llega en pedazos, pichicateada o de
plano no llega a las mujeres, cuando sabemos que los expedientes “peligrosos”
guardan el sueño de los justos y no se ha dictado sentencia alguna en delitos
de trata de personas.
Y de la
procuración de justicia, cómoda y lenta, argumentando siempre desfachatados
pretextos, de plano inventando cifras que favorezcan a sus incompetentes
funcionarios, subterfugios y chanchullos que respondan cínicamente por sus
equivocadas averiguaciones previas y nula investigación que en todos los casos
se recrudecen cuando las víctimas son mujeres.
Y de los
derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, que son violentados al no
garantizarse la debida información, el cuidado y la prevención, la atención
adecuada antes, durante y después del
parto.
Las
autoridades de salud han hecho de su política frente a las necesidades de las
mujeres ojos ciegos y oídos sordos.
También
hay que aludir la terrible inseguridad que en Oaxaca existe, especialmente para
las mujeres, precisamente por la impunidad frente a los crímenes de género y la
falta de acciones que protejan la integridad de niñas, jóvenes o mujeres de la
tercera edad. La ineptitud y complicidades de las policías que recrudecen el
estado de permanente inseguridad.
Es claro,
cualquier pronunciamiento o acción aislada del gobierno no legitima de ninguna
manera ni hace creíble esa “voluntad política” que no se acompaña de acciones
concretas y permanentes, que demuestren con hechos que en este año o lo que
queda de él, es para las mujeres un año donde los caminos sean menos áridos. Que las funciones del Estado sean de
eficiente colaboración, con el fin de prevenir, combatir y erradicar la
violencia por motivo de género.