Mujeres y Política
Porrismo, sexo, drogas o continuismo
Soledad JARQUIN EDGAR
La elección a la rectoría de
la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) se ha tornado en un
cochinero de dimensiones terribles en todo sentido.
Todas las acusaciones que se
han vertido en los últimos días tienen mar de fondo. Por un lado el empleo de
las huestes más pesadas, el porrismo del que haría uso el candidato Eduardo Martínez Helmes, ex secretario particular
del rector Rafael Torres Valdez, y también hijo de otro ex rector,
Abraham Martínez Alavés; la supuesta protección y apadrinamiento de (otra vez)
el rector Torres Valdez a la única candidata, Josefina Aranda Bezaury; el
pasado negro de Enrique Martínez y del que existen testigos y testimonios por
el delito no castigado de acoso sexual, que dañó vidas y truncó destinos de estudiantes
de la carrera de Odontología, y, finalmente, la intervención siempre interesada
de otros candidatos, no en la universidad como templo sagrado para la ciencia,
no, sino en lo que financieramente representa, el dinero pues, han vuelto esta
elección en ese pantano por el que todos pasan y todos se manchan, aunque no se
den cuenta.
Sin duda es una lástima y visto desde
afuera, la elección de quien dirigirá el destino de la máxima casa de estudios
los próximos cuatro años, tendría que ser por la o el menos peor. Tarea difícil
para alumnado y profesorado que tienen intereses legítimos en la institución y
la esperanza de que la próxima rectoría, ahora sí, saquen “al buey de la
barranca” como reza el popular dicho.
Sin embargo, hay mucho mar de fondo
en la elección, la UABJO representa aunque usted no lo crea por los resultados
que ofrece, un yacimiento de oro. No hay
ex rector, en las últimas décadas, que haya salido con déficit financiero, todo
lo contrario, en tanto las arcas universitarias siempre terminan vacías.
La UABJO, entonces, no es la
excepción a la regla en este país. La institución se convierte en el caldo de
cultivo de una corrupción galopante cuyas dimensiones son extraordinarias:
compra de calificaciones porque hay maestros interesados en venderlas, acoso
sexual y enriquecimiento de un grupo político siempre notorio que busca
permanecer en el poder universitario, además del tráfico de drogas conocido y
mandado por uno de los capos de la universidad.
No es cosa desconocida la
proliferación del porrismo, como un mecanismo de protección a intereses de unos
cuantos y del que se acusa al pequeño y gran ambicioso –como aseguran que es-
Eduardo Martínez.
Se trata de jóvenes enrolados y “adiestrados”
para responder con violencia y nunca por la razón a los intereses de quienes
les pagan por sumas que no les cambia la vida, les dan migajas, alcohol y hasta
drogas. En la UABJO, como en muchas instituciones, se ha dicho también
prolifera la narco-academia y aunque se maneja el nombre Eduardo Martínez como
el “capito” y este no es un secreto, las autoridades federales ni estatales se
molestan en investigar ¿por qué será? Espero que sea porque este comentario
esté totalmente equivocado.
En suma, el porrismo no está
compuesto por jóvenes que persiguen algún ideal, menos buscan la mejor opción
de preparación, no, eso no pasa, esa enjundia universitaria es cosa del pasado.
Y este porrismo, el que galopa como caballo desbocado en la UABJO, ha llegado a
dimensiones terribles como el asesinato, incluso dentro de las instalaciones
universitarias, no olvidemos lo que sucedió a Reynaldo Martínez, hace unos años
en la preparatoria siete o el asesinato de Nahúm Carreño, en septiembre de
1995, acto que derivó, dicen los que saben, en la posibilidad de que una mujer
se convirtiera en la primera rectora de una universidad pública en México, me
refiero a Leticia Mendoza Toro.
Enrique Martínez Martínez es, nadie
lo duda, un próspero empresario de la estomatología, se ha preparado para ello.
Pero en su pasado inmediato persiste la sombra de las acusaciones por que hicieran un grupo de alumnas, de lo
contrario serían reprobadas. En 2004, un grupo de alumnas y alumnos denunciaron
una “red de complicidades” que favorecían el acoso y “posible” abuso sexual de
alumnas en la Facultad de Odontología, así como otras irregularidades. Era algo así como un asalto en despoblado: el dinero o
el cuerpo a cambio de calificaciones.
Recuerdo bien la conferencia de
prensa de la que dieron cuenta las estudiantes y cuyos testimonios están en la
hemeroteca pública de Oaxaca para quienes no tienen esos hechos en su memoria y
para quienes ya se olvidaron de ese pequeño detalle.
A pesar de que las jóvenes tenían en
su poder un casete con el audio en el que Enrique Martínez las amenazaba e
insultaba. Pero ¿quién en esta universidad se preocupa por semejante acusación?
Nadie, porque era la palabra de las estudiantes contra un grupo de profesores
que involucraba, claro está, a Enrique Martínez hoy un renovado y sano hombre,
dispuesto a someterse a una prueba antidoping, dicho de su propia boca. Tras el
escándalo se ofreció a las estudiantes que siguieran estudiando en otras
escuelas, al cabo del tiempo se le echó tierra al asunto, Enrique ya desde
entonces pretendía contender por la rectoría que para la elección ganaría el
hoy diputado local Francisco Martínez Neri y Martínez Martínez se conformó con
un puesto, que ante los ojos de las feministas fue visto como un premio a su
nefasta actitud de acosador sexual. Una reportera todavía recuerda cómo el hoy
candidato la persiguió para darle toda clase de explicaciones sobre “aquel
asuntito”. Hace unos meses, por
supuesto, Martínez insistió en su inocencia y argumentó que había sido un
invento de las estudiantes y es curioso, el hombre sabe santo y seña de dónde están
y qué hacen estas jóvenes que en 2004 acusaron a un grupo de maestros por acoso
sexual, posible violación y malversación de recursos.
Esta semana y como parte del
cochinero, Enrique Martínez apareció en Facebook, durmiendo con el dorso
desnudo y un lindo “chaguito” sobre su pecho. En otra fotografía abrazaba a una
jovencita por la espalda y una fotografía de otra chica en ropa interior sin
Martínez. Por eso la gente grande dice que cuando el río suena es porque agua
lleva, pobre UABJO.
Josefina Aranda Bezaury es una
académica con una larga trayectoria, rompió con el cacicazgo que los
investigadores de Sociología –todos varones- habían impuesto en la dirección
del IISUABJO que ya tenía como dos décadas de existencia. Así que impulsada por
otras investigadoras ocupó el cargo de directora y desde entonces, que no es
mucho tiempo, ha sido parte de la administración en las rectorías de Martínez
Neri y de Torres Valdez.
Su pecado, explican, es que Josefina
se convirtió en la delfina de Torres, quien está visto tiene la habilidad de
los políticos al prometer a más de uno ser su sucesor y luego hacerse como la
mamá del muerto la sufrida para no cargar, otro dicho mexicano curioso de
verdad.
Si Torres Valdez está detrás de
Josefina, no tendría nada de extraño, es una horrible costumbre que en este
país se ejerce todo el tiempo. Y esta misma semana, de risa loca que Anonymous
se haya molestado en intervenir las conversaciones de Josefina Aranda con su
hermana, quien por cierto es servidora pública en la Secretaría de Relaciones
Exteriores, si Anonymous lo hizo es porque estaba muy aburrido y no tenía otra
cosa que hacer en la vida y si este “espionaje” ya opera en Oaxaca pues que se
cuiden todos y todas. Espiar es otra de las malas costumbres en la política
mexicana.
Sin duda el problema fundamental para
Josefina Aranda ha sido parte de su equipo, por donde se fugan y se filtran
informaciones a modo para justificar la ineficiencia de sus colaboradoras y
colaboradores, algo que debe resolver si quiere mostrar que lo suyo es
diferente a lo que dicen que es. Más vale cortar las frutas podridas antes de
que se le pudra el árbol completo.
En fin, mientras la UABJO se debate
entre quién será el futuro rector, en medio de acusaciones y desquites de bajo
nivel, entre la posibilidad de que prevalezca el porrismo, que se incremente la
narcoviolencia, el acoso y el abuso sexual de maestros a alumnas sin que nadie
sea castigado por ello o que persista la “continuidad”, lo cierto es que lo de
fondo, lo realmente preocupante es el escaso nivel educativo de sus egresados,
aunque por ahí aparezca una que otra luminaria.
Ante la población oaxaqueña lo cierto
es que la UABJO es como una esfera transparente donde vemos lo que ahí sucede,
es decir, gane quien gane nadie será engañado, había muchas señales de
advertencia, nada de que a chuchita la bolsearon.
Y lo mismo aplica con los y la
presidenciable, así que menos futbol y más debate, vamos a ver de donde salen
más correas, para que luego no nos cuenten y no nos sorprendan. Así que
tratemos de ser objetivos y analicemos con detenimiento sus “propuestas” o
despropósitos según lo que se dé.
POSDATA
Señor Felipe Calderón, señor
Javier Duarte ¿quién de ustedes responde por la vida de las y los trabajadores
de los medios de información en Veracruz? Ocho asesinatos en 11 meses es
simplemente inaudito. Sus omisiones, sus coronas de flores y sus lamentos no
sirven a la libertad de prensa, atentan contra México. ¡No más sangre…!