A Reserva
Creer es hacer…Lo que nos espera
Bárbara
GARCÍA CHÁVEZ
Sin duda los
convencimientos espirituales de la y los candidatos a la presidencia
determinarán en buena medida el camino de su actuación política; más aún cuando
el Estado laico ha venido deteriorándose desde las propias instituciones hasta
encontrar caminos legales que ensanchan las brechas de la confesionalidad.
Es muy
difícil, casi imposible conocer con certeza los planes y proyectos políticos de
la y los aspirantes; tal vez podamos deducir algunas pautas de su posible
accionar a partir de sus frases y eslogan de campaña, y claro, de sus historias
y caminos por la vida, que seguramente trascenderán en sus acciones públicas en
caso de llegar a la silla presidencial.
En éste
sentido se observan con mucha claridad algunos indicios durante la pasarela de
aspirantes presidenciables a la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) en el
marco de su 93 Asamblea Plenaria; claro está que en todos los casos se reflejó
la importancia mediática y la consabida inducción de votos que la jerarquía
católica influye en nuestra sociedad mayoritariamente guadalupana. Ella y ellos
se declararon creyentes y muy laicos, hablaron y expresaron su pensar,
atorándose a veces entre lo que debían decir frente al confesor y lo que
querían decirle al electorado.
La primera
en rendir la consecuente pleitesía fue la panista Josefina Vázquez Mota, la
misma que siendo diputada obsequió como regalo de Navidad un iPad, con valor de
12 mil pesos cada uno, a 84 obispos; en ese tiempo Vásquez Mota no abrió la
boca y la única explicación del episcopado fue que los obispos son sacerdotes y
no guardan ningún voto de pobreza. Seguramente varios de los beneficiarios de
tan singular acto de caridad estaban presentes y aplaudieron a rabiar cuando la
candidata soslayadamente se comprometió a que la educación pública se abrirá al
adoctrinamiento religioso, argumentando, siempre con una sonrisa imborrable,
que la educación puede complementarse en las escuelas con voces diversas que
enriquezcan las necesidades espirituales de la niñez, adolescecia y juventud. Eso
sí, defendió la laicidad del Estado –pero bien entendida-. ¿Qué tal?
Por supuesto
su posición frente a las libertades de la mujer respecto de su cuerpo y sobre
las bodas entre personas del mismo sexo dijo que era claro su desacuerdo.
Enrique Peña
Nieto candidato del PRI, llegó a la sede religiosa ubicada en Cuautitlán
Izcalli, Estado de México, fue el único recibido por el presidente de la CEM,
el Arzobispo de Tlalnepantla, Carlos Aguilar Retes. Es importante
puntualizarlo, considerando que siendo gobernador de ese estado, mantuvo una
relación privilegiada con la iglesia católica a quien se echó a la bolsa por
ésta cercanía muy favorable para los intereses económicos de la prelatura y,
por supuesto, para los espirituales del hoy candidato presidencial del
tricolor. No hay que olvidar su instrucción católica a cargo del “Opus dei”, cuyo lema es buscar la santidad en el trabajo
¿Será?
Peña Nieto se
pronunció por el estado laico y respecto al aborto se manifestó a favor de la
vida y la no criminalización del aborto en México, claro que en su elocución suavizó
y justificó ante los jueces de conciencia, limitando la libertad de las mujeres,
pues dijo que el aborto debería ser la última decisión posible. Una postura muy
cómoda que no dice nada, solo que es “algo” que no le interesa gran cosa.
El candidato
llamado de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, llegó muy puntual y
sonriente a la cita, sin duda alguna nos dio
elementos de análisis respecto de temas que al decir de él son “muy polémicos”
como el aborto y los matrimonios gay, dijo que de ganar la elección de julio consultaría a los
ciudadanos a través de un referendo, si es que el asunto lo amerita. “…no voy a
fijar una postura ni a favor ni en contra, voy a ser un verdadero juez, y en
esos temas consultaré a la ciudadanía”.
Bueno…
entonces debería estar buscando un espacio en el poder judicial ¿O no?
Respecto de
su visión del Estado laico, se limitó a definirlo sin referir su convicción
política; también resaltó que una de las principales razones que explican la
actual situación que experimenta el país es la pérdida de valores espirituales,
morales y culturales, por lo cual manifestó que en su gobierno se fortalecerán
dichos principios.
Muy
interesante resulta el papel que le asignó a su esposa Beatriz Gutiérrez, a
quien presentó como su enlace con los credos. Pues resulta que López Obrador en una
declaración trivial dice ser ecuménico, lo que significa etimológicamente
perteneciente al orbe, es decir universal. Ya aplicado este término al concepto
socialmente utilizado, se refiere a la unión de todos los obispos de las
iglesias del mundo.
El candidato
López Obrador se reconoce miembro activo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI),
institución de acción pastoral con compromiso ecuménico, que en sus más
recientes resoluciones insta a sus miembros a “llevar a cabo acciones concretas
de solidaridad” en estos tiempos difíciles; en el mensaje se afirma que “como
comunidad de iglesias debemos expresar la preocupación común de las iglesias
poniéndonos al servicio de las necesidades humanas, eliminando las barreras que
separan a los seres humanos y promoviendo una sola familia humana en la
justicia y la paz”.
Los
dirigentes de ésta institución condenan “la utilización de cualquier tipo de
violencia”, al tiempo que alientan a sus miembros a “no tener miedo y a no
perder la esperanza, a promover el amor y el respeto mutuo… suena al candidato
de las izquierdas , tal vez mejor calificado como el candidato ecuménico.
El aspirante
del Partido Nueva Alianza, Gabriel Quadri de la Torre, aceptó su educación
católica e incluso haber sido monaguillo. En su visita al episcopado, se
pronunció porque la relación Iglesia-Estado se mantenga como hasta ahora, es
decir, que haya una separación que respete las libertades. No estoy a favor del
aborto pero tampoco por la criminalización de las mujeres que se ven en la
necesidad terrible de interrumpir su embarazo, respecto de las bodas gay dijo
estar a favor de las decisiones afectivas de cada persona.
El ejercicio
público que debe regir la actuación de los gobernantes frente a los gobernados
siempre que actúen en ejercicio de sus legítimas potestades públicas y según lo
que la ley establezca. En este sentido es comprensible la urgencia con la que
legisladores de todos los partidos, por acción u omisión aprobaron la reforma
constitucional al 24, flexibilizando la laicidad que permita dar cuenta a la
confesionalidad, a la imputación de pecado y penalizando, por ende, el
ejercicio de las libertades ciudadanas
que atentan contra el dominio todo poderoso del Estado actual.
Gane quien
gane el retroceso será más o menos pero será. La apuesta es cómo lo detenemos y
cómo defenderemos los logros libertarios.
Feminicidio, 60 años de cárcel
Bien, muy
bien por las feministas que son las verdaderamente responsables de este logro,
que implica muchos años de lucha perseverante para alcanzar la justicia que en
principio se está reconociendo con la tipificación del delito de feminicidio que
lo comete quien prive de la vida a una mujer por cuestiones de género, cuando
la víctima presente signos de violencia sexual, se le hayan infligido lesiones
degradantes o haya antecedentes de violencia en el ámbito familiar. También
cuando haya existido “entre el activo y la víctima” una relación sentimental,
afectiva o de confianza, que haya habido amenazas, acoso o lesiones del sujeto
activo contra la víctima, o que su cuerpo sea expuesto o exhibido en un lugar
público.
Ahora toca a
los estados que han dilatado intencionalmente la iniciativa para que se legisle
las reformas pertinentes en cada Código Penal y Procesal Penal y en todo caso
se armonicen las leyes adecuando o incluso mejorando los supuestos jurídicos en
la tipificación de este nuevo delito que por si mismo es agravado y
circunstancialmente castigado con mayor penalidad.
Hasta ahora,
sólo nueve de las 32 entidades del país tienen tipificado el feminicidio en sus
códigos penales: Colima, Distrito Federal, Estado de México, Guerrero, Guanajuato,
Morelos, San Luis Potosí, Veracruz y Tamaulipas; habrá que ajustar la redacción
y el contenido para alcanzar una mayor eficacia en el procedimiento que aplique
la intencionalidad y culpabilidad sin dar rescoldos jurídicos que permitan liberar a los feminicidas;
sigue tocando a las mujeres revisar y vigilar el debido proceso y el
cumplimiento de la pena.