jueves, 4 de septiembre de 2014

Olympia de Gouges, reivindicó los derechos políticos y jurídicos de las mujeres


A 223 años de la Primera Ola del feminismo
·      Olympia de Gouges, reivindicó los derechos políticos y jurídicos de las mujeres

Soledad JARQUÍN EDGAR
Este 4 de septiembre se cumplen 223 años feminismo.
Un día 4 de septiembre pero de 1791, apareció públicamente La Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, que escribió la dramaturga y revolucionaria Olympia de Gouges (1748-1793).
De esa forma, Olympia de Gouges reivindica los derechos de las mujeres a disfrutar de igualdad política y jurídica, de las cuales habían sido excluidos en la Declaración de los Derechos del Hombre, que los revolucionarios franceses hicieron, olvidando a las mujeres que como ellos habían luchado contra la monarquía de ese país.
“Mujer, despierta, la campana de la razón se oye en el universo entero; descubre tus derechos. El poderoso imperio de la naturaleza ya no está rodeada de prejuicios, fanatismo, superstición y mentiras. La llama de la verdad ha dispersado todas las nubes de la locura y de la usurpación”.
¿Quién era Olympia de Gouges?
Nació el 7 de mayo de 1948, su nombre era María de Gouze. Su madre era Anna Olympia. María de Gouze aprendió a leer y escribir en las Ursulinas de Montauban. Era considerada una “bastarda”, pues era producto de una relación de su madre fuera del matrimonio. Su padre era un aristócrata llamado Jean-Jacques Lefranc de Pompignan. Y su apellido Gouze provenía del esposo de su madre, el carnicero Pierre Gouze.
Cuando ella crecía, aparecieron las obras que fueron el principio de las nuevas ideas, la Ilustración. Helvetius, Montesquieu, Voltaire, Rousseau…
“Demasiado bella y libre” era Olympia de Gouges, quien mediante un matrimonio arreglado se casó con Louis Yvez Aubry, el 24 de octubre de 1765. Pero “escapa” de ese matrimonio pues enviuda siendo muy joven. Del matrimonio decía que era “la tumba del amor y de la confianza” y fue defensora del divorcio y del amor libre.  Fue al quedar viuda que renuncia al apellido del esposo y se hace llamar Olympia de Gouges. Se fue a París, con sus 22 años, ahí quedó subyugada por el teatro y empieza a escribir.
Olympia no solo escribe obras teatrales, inaugura los clubes de mujeres y redactó la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana. En el artículo 1 de la declaración escribió lo mismo que en la declaración masculina –explica Juan María Alponte, en su libro Mujeres, crónica de una rebelión histórica-.
“La mujer nace libre y permanece igual la hombre en derechos. Las distinciones sociales no pueden fundarse nada más en la utilidad común”.
Artículo 2: “El objeto de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescriptibles de la mujer y el hombre: esos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y, sobre todo, la resistencia a la opresión…”
Artículo 10: “La mujer tiene derecho a ser llevada al cadalso y, del mismo modo, el derecho a subir a la tribuna…”
Pero la revolución francesa, añade Alponte, no tenía más que un solo sexo: el del varón. De ahí que los clubes y uniones de mujeres quedaron abolidos.
El atrevimiento de Olympia de Gouges alteró a los señores, la era del terror había comenzado.
Detenida el 28 de septiembre de 1793, fue trasladada en secreto a la prisión de la Conciergerie. El 2 de noviembre compareció a las dos de la madrugada ante el Tribunal Revolucionario de Fouquier-Tinville que la condenó a morir guillotinada, lo que ocurrió el 3 de noviembre de 1793 no sin antes escribió: “Muero, querido hijo, víctima de mi idolatría por la patria y por el pueblo. Sus enemigos, bajo la máscara del republicanismo, me conducen, sin remordimientos, al cadalso. Muero, hijo mío, inocente”. La carta fue confiscada y nunca fue recibida por su hijo.
Entre sus propuestas Gouges planteaba mejorar la educación e igualdad de derechos del matrimonio e incluyó un modelo: “contrato social (matrimonial) entre hombre y mujer”.
“A pesar de las barreras que tengáis que superar, está en vuestra mano liberaros a vosotras mismas; solamente tenéis que desearlo”.
Con Olympia de Gouges y su declaración publicada hace 223 años empieza la Primera Ola del feminismo.