Palabra de Antígona
Las Viudas y Peña Nieto
Por Sara Lovera
Cada vez que lo recuerdo es como si
algo se me atorara en el alma. Es por desasosiego y tristeza, y
principalmente por indignación coagulada, tanto que no tiene salida. Tras
cada víctima asesinada de distintas maneras, a causa de la desigualdad y la
injusticia, siempre hay una madre o una esposa, que como las Mujeres del
Alba de Carlos Montemayor se las prefigura “entregadas” y “sufrientes”, sin
capacidad para levantarse y protestar, sin la entereza de La Madre de Máximo
Gorki que decidió luchar contra el sistema tras el asesinato de su hijo.
En Coahuila, en la región
carbonífera la tragedia es cotidiana.
Otra historia seria si hubiera medidas de seguridad y decencia, pero no
las hay, el resultado es que cada tercer casa hay una viuda, en los últimos seis
años han muerto 213 mineros. Esas viudas un día dijeron !basta¡ y sus
voces se esparcieron por el país, por el mundo.
Todo comenzó el 19 de febrero de
2006, cuando explotó la mina 8 Pasta de Conchos, propiedad de las trasnacional
Industrial Minera México (IMM), donde murieron 65 trabajadores. Ese año, según
el diario Zócalo de Coahuila, fue un año atroz, murieron 112 mineros. Antes en
1969 en la tragedia de Barroterán, más
de 150 mineros perdieron la vida y cada año desde 1889 es lo mismo, como
si se tratara de un destino, como cuando se afirma que la desigualdad entre los
hombres y las mujeres es algo “natural” y que a las mujeres no les toca sino
“llorar”.
Pues no. Esta vez había que dejar
en claro que las muertes de mineros, algunos menores de edad, que trabajan como
en el siglo XIX, entre explotaciones salvajes que se llaman pocitos, donde para
nada existe una mina como tal y que los gobiernos panistas federales, priistas
locales, han dejado pasar, han convalidado, han aplaudido y sostenido, pocitos,
dice el periodista Arturo Rodríguez que llegan a 72 en la región y que trabajan
ilegalmente con la complacencia de las autoridades.
Y esas mujeres, esas familias de
Pasta de Conchos documentaron la realidad. Pero todavía no consiguieron ni el
rescate de los cuerpos de los mineros, ni el cambio legislativo para ordenar la
explotación, ni la movilización necesaria de las conciencias y de la gente que
todo lo olvida y siete años después con motivo de un nuevo aniversario vuelven
a aparecer las demandas y se reformulan las denuncias, las peticiones.
La realidad es que las cosas no han
cambiado. A siete años, lo que se considera un “avance” fue la
publicación de la Norma Oficial Mexicana 032-2009-STPS, que establece el equipo
y las condiciones para trabajar en las minas. Norma violada
sistemáticamente. Papel mojado. Lo otro es una iniciativa de ley para
establecer una Comisión Nacional Reguladora de la Industria del Carbón que
duerme el sueño de los justos en el Senado de la República.
Las viudas, las familias apoyadas
únicamente por la organización llamada Familia Pasta de Conchos y el Centro de
Reflexión y Acción Laboral (CEREAL), así como la pastoral del obispado de
Saltillo, han puesto cuerpo y alma para documentar cómo en la zona se
viola la ley, se hace caso omiso de inspecciones (85 mandatadas de las que no
se hizo ni la mitad) y han aguantado la embestida de las empresas y los
gobiernos Federal y Estatal. Incluso algunos de quienes ostentan su
representación han sido amenazados y perseguidos.
Y la respuesta del gobierno actual
ha sido enviar como delegado de la Secretaría del Trabajo en Coahuila a
José Francisco Fuentes Reyna, ex apoderado jurídico de la empresa
Industria Minera México, quien se apresuró a señalar que el caso de Pasta de
Conchos estaba cerrado y dijo alegremente que las viudas y las familias
habían recibido todo el apoyo económico necesario. El hombre fue destituido
casi inmediatamente. Alguien, ya saben, dirá o escribirá “¡qué
sensibilidad¡”. Y discurrirán sobre las bondades de la vuelta del viejo partido
de Estado a la presidencia de la República.
Lo cierto es que se puede
dudar. Qué es lo que hará realmente el gobierno de Peña Nieto, el
Senado y la Ley Pendiente, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social que
tiene todo el expediente, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la
Cámara de Diputados que también tiene un expediente completo, los organismos
internacionales que tienen la denuncia hace al menos cinco años, etcétera.
Y pienso, no es difícil
adivinarlo. Nada o una docena de discursos y un nuevo proceso de
simulación. Mesas de negociación para entretener a quienes protestan, promesas
y anuncios de nuevas leyes o documentos.
Es obvia la equivocación, el
desconocimiento o la complicidad. La primera entrada al conflicto del nuevo
gobierno fue reveladora ¿cómo enviar al enemigo a enfrentar el problema?
A ese señor ex apoderado jurídico de la empresa responsable.
Ahora la organización Familia Pasta
de Conchos citó al presidente de la República a que se presente este 19 de
febrero en el memorial que cada año se hace en las afueras de la empresa
IMM en el Distrito Federal; lo citaron para que le diga a las familias de los
mineros fallecidos y nos diga a la sociedad ¿cómo es posible que en México se
explote el carbón como en el siglo XIX? Y cómo a pesar de todo se siguen dando
concesiones y canonjías a empresarios grandes y pequeños y que este gobierno se
entere que no se han rescatado los cuerpos y que siguen muriendo cada año
muchos mineros por las mismas razones: inseguridad laboral, voracidad
empresarial.
De lo que recuerdo de la región
Carbonífera, de esa región gris llena de hollín, donde las mujeres vieron
durante años pasar el tiempo azoradas y sin destino, es que hay hoy
muchas mujeres y muchos hombres que no se arredran, viudas que no aceptan la
injusticia, familias decididas a continuar sus demandas y apostar lo que
esté a su alcance para que las cosas sean de otra manera, a pesar de todos los
obstáculos.
Hay, como en Ciudad Juárez o
Atenco, suficientes libros, documentos, cronologías, documentales y
testimoniales de la desgracia. Es tiempo de que haya resultados. Peña
Nieto y su equipo tienen la palabra. Veremos.
P.D. Durante la Feria del Libro de
Minería (UNAM), este mes, se exhibirá el documental Viudas del Carbón,
mujeres sin nombre, dirigido por Rosario Novoa. Esperen el programa, se
trata de las voces de 4 generaciones de viudas.