domingo, 21 de octubre de 2012

A Reserva: Combate a la pobreza ¿y el gobierno del cambio qué?


A Reserva
Combate a la pobreza ¿y el gobierno del cambio qué?

Bárbara GARCÍA CHÁVEZ
El Comité Técnico para la Medición de la Pobreza de la Secretaría de Desarrollo Social, creado en 2002, en su documento introductorio precisa que la pobreza es una realidad inaceptable para cualquier sociedad. La pobreza vulnera las bases constitutivas de la vida humana y representa la pérdida del potencial de existir y actuar de las personas.
En tanto que la pobreza está asociada a la carencia de recursos que coarta las libertades más elementales de las personas, es sin duda un problema de considerable gravedad. Por ello, y aun teniendo en cuenta la variedad de cálculos posibles sobre su magnitud, requiere ser considerada como un asunto de atención prioritaria en cualquier sociedad.
Este Comité propone identificar los hogares como unidad de análisis de acuerdo con tres niveles de pobreza, referidos a las carencias que tienen según los ingresos que reciben y que relacionan de facto la pobreza y  la inacción gubernamental de los gobiernos para garantizar minimamente el derecho alimentario.
Nivel 1 de pobreza. Se relaciona con la imposibilidad de obtener una canasta alimentaria. Se estimó un costo mensual por persona de 652.57 pesos para las zonas urbanas y de 485.71 pesos para las rurales. Es importante registrar que es un costo por persona no por familia.
Nivel 2 de pobreza. Se refiere a no poder obtener la canasta básica y además los gastos necesarios para cubrir las necesidades de servicios de salud, vestido, vivienda, transporte y educación.
Nivel 3 de pobreza. Se asocia con no poder obtener el valor de la canasta alimentaria, los gastos de salud, vestido, vivienda, transporte y educación más una estimación de otros gastos considerados como necesarios en general.
Esta fría categorización, nos abre un panorama que generaliza la pobreza en grandes sectores de México y prende focos rojos en estados como Oaxaca y de manera atroz, la confirmación de la ausencia de políticas públicas eficientes para atacar esta vergonzosa situación.
Resalta el hecho de que, en todos los niveles, la incidencia de la pobreza es notablemente mayor en las zonas rurales que en las urbanas. Bastaría entonces echar un ojo a las regiones y comunidades indígenas de Oaxaca para confirmar que la indignante pobreza nivel 3 tiene rostro mixteco, huave, chatino, mixe, mazateco, chontal, triqui, amuzgo, zapoteco y otros tantos que nos parece inimaginable por casi imposible entender cómo viven seres humanos en tan terribles condiciones y aun más indignante que el gobierno los omita de sus responsabilidades.  
Hace dos años, precisamente en el marco del Día Mundial de la Alimentación, uno de los 22 líderes del Proyecto Estratégico para la Seguridad Alimentaria (PESA) que opera en Oaxaca, Gonzalo Villalobos López, afirmó que en la entidad, 4 de cada 10 oaxaqueños "viven en condiciones de pobreza alimentaria", lo que debería ser un foco rojo para el nuevo gobierno que entonces entraría en funciones, sí, el gobierno de la paz y el progreso; sí, el gobierno del cambio.
Villalobos mencionó que de acuerdo a los datos que proporciona el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), sobre las condiciones de pobreza alimentaria en Oaxaca, en las zonas rurales "viven los pobres de los más pobres", por lo que "urge que quienes vayan a integraran el nuevo gabinete del gobernador electo, Gabino Cué Monteagudo, hagan un análisis para la conformación de políticas públicas acerca de esta problemática que viven los oaxaqueños”. Así mismo Villalobos López consideró instó al nuevo gobierno a tomar en cuenta que la población es eminentemente rural, "encontramos que el 63 por ciento de la población de Oaxaca, de acuerdo al CONEVAL, vive una cierta pobreza; el 38 por ciento, es decir, 4 de cada diez, viven en pobreza alimentaria, lo que significa que no les alcanza ni para comprar sus alimentos".
Por supuesto entonces, solo se habló de pobreza alimentaria –nivel 1- per se grave, pero remitiéndonos a la categorización que se ha mencionado, en Oaxaca persisten sin duda mayores grados de pobreza que detienen el desarrollo democrático que alguna vez se esperó del gobierno del cambio, millones de pobres sin oportunidades reales que garanticen no más subsidios temporales y condicionados con políticas asistencialistas sino eficientes políticas públicas que resulten en verdaderos mecanismos de inserción al trabajo permanente con resultados óptimos de recuperación a largo plazo, que en las zonas rurales, seguramente solo se logrará con programas que permitan la reproducción al propio sistema agrícola, para que en principio las mismas comunidades produzcan sus alimentos.
Bajo la premisa instaurada en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, que fue la primera en reconocer el derecho a la alimentación como un derecho humano, la semana que concluyó se conmemoraron conectivamente dos fechas internacionales Día Mundial de la Alimentación, que considera que la alimentación es un requisito para la supervivencia y el bienestar de la humanidad y una necesidad humana fundamental, y el Día internacional de combate a la pobreza, la finalidad de ambas se concretizan en  la Declaración del Milenio, firmado por los líderes mundiales en septiembre de 2000 que basan su compromiso  fundamentalmente en la lucha contra la pobreza, el hambre, las enfermedades, el analfabetismo, la degradación ambiental y la discriminación contra las mujeres.
El estado de Oaxaca, por cierto de todas y todos sabido que es uno de los estados más pobres del país con municipios como, Coicoyán de las Flores, con un rezago de desarrollo humano lo coloca como el más pobre de todo el país; San Martín Peras, también ubicado en la región Mixteca; Santa Lucía Miahuatlán en la Sierra Sur, San Juan Petlapa Región del Papaloapan, solo por mencionar algunos; al tenor de estas conmemoraciones, el gobierno del cambio da una muestra de la ineficacia de sus acciones públicas y desinterés en su mayor y perseverante problema: la pobreza.
Considerando que para la celebración del día mundial de la alimentación en este 2012, el lema es "las cooperativas agrícolas alimentan al mundo", el Gobernador de Oaxaca tuvo a bien nombrar como su representante al más cuestionado de sus ineptos funcionarios, al pejista Salomón Jara Cruz, Secretario de Desarrollo Agropecuario, Forestal, Pesca y Acuacultura que muy cerca de la capital oaxaqueña, para no incomodarse anunció  el programa Proyecto Estratégico para la Seguridad Alimentaria ¿perdón? ¿Será programa o todavía proyecto?
Por esa ambigüedad no se han alcanzado a concretar ninguno de sus proyectos en programas y como consecuencia no ejerce los millonarios recursos que se le otorgan y los tiene que regresar. Entre otras barbaridades Jara Cruz señaló que para este segundo año del gobierno aliancista, el programa PESA operara en Oaxaca con una inversión de 412 millones de pesos. Tal vez no se ha dado cuenta que el segundo año de gobierno está a 38 días de terminar. ¿Y de las cooperativas agrícolas? Nada.
Así mismo el flamante secretario Jara, en una interpretación sui generis del propósito del programa PESA, le informó a la audiencia con inusitada sapiencia, que deben ser las  comunidades de alta y muy alta marginación, los principales actores en la apropiación de la problemática, la identificación de oportunidades y la búsqueda de soluciones para lograr la seguridad alimentaria y el incremento en el ingreso familiar. ¿Y entonces que hace ahí? ¿Cuál es el papel del gobierno? Su sandez no tiene límites.
Por ultimo, muy orondo informó que “El gobernador Gabino Cué Monteagudo, ha definido como estrategia para el campo Oaxaqueño una política de visión, con la finalidad de establecer las bases del desarrollo, de un cambio de modelos, que permita ver más allá de lo inmediato y asumir con responsabilidad los compromisos con los que menos tienen”. En concreto ¿Qué quiso decir? Retórica priista sin contenido muy parecida por cierto a la de su padre putativo Diódoro Carrasco Altamirano.
En la celebración del Día Mundial de la Alimentación, también el Secretario de Salud, Germán Tenorio Vasconcelos, hizo su aparición, dijo que este día se trataba de dar garantías en la salud de las personas ante las condiciones que se están presentando en la ciudad y en el país. ¿Qué ciudad y cuáles condiciones? Luego sin más se le ocurrió que acudirá a la ONU a proponer algo brillante: que ahora se le denomine a la conmemoración “Día mundial de la buena alimentación”, porque las deficiencias alimentarias provocan serios problemas. Que tal… nuestro rutilante y bien ponderado Secretario de Salud, toda una lumbrera.
Y como acción fundamental para combatir la pobreza alimentaria y la desnutrición, por ahí anduvo como acostumbra la señora Mané Sánchez Cámara,  presidenta del DIF Estatal, organizó la Primera Exposición y Concurso de Platillos Típicos, senda fiesta tipo kermes en  Santiago Yaitepec, Juquila, donde con todo y luces y cámaras promovió su programa estrella: las Cocinas Comunitarias, con las que dice se busca erradicar la desnutrición de niñas, niños y mujeres en embarazo o lactancia, mediante una correcta alimentación que permita su pleno desarrollo.
La esposa del gobernador Gabino Cué aseguró que los resultados del programa alimentario han sido los esperados, gracias al compromiso de la población, autoridades locales y el trabajo voluntario de las mujeres que día a día atienden a las y los menores. Lo que no aclaró fue qué es  lo esperado por quién. ¿Será qué están de plano erradicando la desnutrición en Oaxaca? ¿Serán las cocinas de Mané que garanticen la seguridad alimentaria de las y los oaxaqueños?
En la Cámara de diputados local el Día internacional de combate a la pobreza propusieron elevar a categoría de política pública estatal el combate a la pobreza y reconocer a la economía solidaria como eje rector de la entidad. De esto habrá que esperar a ver si el año que entra tenemos noticias.
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