viernes, 24 de agosto de 2012

Eufrosina Cruz, todas las mujeres todos los derechos


Eufrosina Cruz Mendoza
Todas las mujeres, todos los derechos
·      Satisfecha por su trabajo legislativo

Soledad JARQUÍN EDGAR
Eufrosina Cruz Mendoza asumirá en unos días un nuevo cargo de elección popular, esta vez, como diputada federal por el Partido Acción Nacional. Su camino ha estado plagado de muchas dificultades, pero encontró las alianzas necesarias para lograr sus objetivos: primero mostró cómo el sistema de usos y costumbres violentaba los derechos humanos y políticos de las mujeres; luego llegó al congreso local, donde cómo diputada en casi dos años de gestión planteó y logró reformas sustanciales para que a otras mujeres no les pasara lo que ella vivió.
En noviembre de 2007, Eufrosina pretendió ser presidenta municipal de Santa María Quiegolani, comunidad zapoteca asentada en la sierra sur oaxaqueña. Pero no se le permitió, la razón: era mujer y los usos y costumbres no lo permitían. Pero ella no cejó, denunció los hechos y no encontró los “medios de impugnación” para resarcir su derecho, consagrado en la Constitución mexicana y en los tratados internacionales de los que México es parte. En cambio, la autoridad municipal de su pueblo terminó por desconocerla como ciudadana en mayo de 2008.
Tocó las puertas de los Pinos, donde encontró la vía. En 2010 fue designada candidata ciudadana plurinominal arropada por el PAN a una diputación local, misma que asumió ese año y ella tomó la protesta al gobernador Gabino Cué Monteagudo, al ser la presidenta de la mesa directiva del Congreso, por cierto, la primera en ese cargo.
Con el paso del tiempo el CEN del PAN pidió a Eufrosina Cruz Mendoza que asumiera la responsabilidad como coordinadora de asuntos indígenas, lo que exigía su afiliación al blanquiazul. Así lo hizo. En 2012 fue designada como candidata plurinominal a la LXII Legislatura federal, luego de que fuera rechazada groseramente por el panismo de “abolengo” como candidata al Senado. El 1 de julio supo que sería diputada federal.
Como legisladora local Eufrosina Cruz Mendoza dice estar satisfecha porque logró que la iniciativa de reforma al Artículo 25 Constitucional elevara a ese rango el sufragio efectivo de las mujeres y, además, con la reforma al 113, que éste se extendiera para aquellos ciudadanos y ciudadanas que radican en rancherías y agencias de municipios cuya elección se realiza por el sistema de usos y costumbres.
La reforma al Artículo 93 de la Ley General del Sistema de  Medios de Impugnación en materia electoral para el estado de Oaxaca, adicionándose a su contenido el principio de universalidad del voto. Esta reforma provee de medios de impugnación en municipios de elección por usos y costumbres, y quienes están obligados a velar por los derechos de las ciudadanas son el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca, el Tribunal Estatal Electoral (IEEPCO) e incluso el Tribunal Federal Electoral.
Mientras para muchas personas estas reformas trastocan la autonomía de los pueblos y su forma de gobierno, ella sostiene que por el contrario, dan elementos para gobernar y genera las herramientas para evitar la violación a los derechos ciudadanos, pero sobre todo “que los partidos políticos no estén utilizando los usos y costumbres, esa es la realidad”.
Cruz Mendoza asegura que lograr estas reformas fue un trabajo difícil de convencimiento a los 15 integrantes de tres comisiones que solicitaron revisar la iniciativa: Estudios Constitucionales, Equidad y Género y Fortalecimiento Municipal, el argumento fue que no se trastocaba la autonomía sino que se ratificaban los tratados internacionales que México ha firmado, derechos que están consagrados en la Constitución mexicana. Al final, los municipios podrán seguir organizando las elecciones como es la costumbre, pero sin violentar los derechos de las mujeres, de los jóvenes o de avecindados, de los que viven en rancherías o agencias.
No era simple, añade en entrevista, porque había que eliminar desde vocablos como “se podrá”, pero las mujeres tenemos claro que cuando dicen “se podrá”, todo depende de que “si ellos quieren” y esa sola palabra nos da miedo a las mujeres y dejamos de participar. Hubiera querido que estas reformas abarcaran modificaciones incluso en el Código Penal y la ley de Servidores Públicos pero es evidente que hubo temor, sostiene Cruz Mendoza.
Sin embargo, y a pesar de lo que pudiera faltar hoy es muy claro que “ningún uso y costumbre puede violentar los derechos de las mujeres y que ellas pueden participar en la vida pública de sus comunidades, estar en la toma de decisiones comunitarias”.
Por ese hecho, sostiene con firmeza que su paso por la LXI Legislatura local ha valido la pena, aún a pesar de los señalamientos que insisten en que su propuesta violenta el derecho consuetudinario y a sus críticos les dice que “el tema indígena no es asunto de romanticismo, ni somos un museo andante, es necesario preguntarle a las mujeres si quieren seguir en esa condición, lo mismo a los jóvenes y a quienes viven fuera del casco municipal”.
No es posible que en un municipio de 12 mil habitantes decidan sólo 500 hombres o que en 95 municipios de Oaxaca las mujeres no voten ni puedan ser electas, eso no es democracia, afirma convencida la ahora diputada federal electa quien confirma la desigualdad con otras cifras: sólo hay 273 regidoras de entre miles de hombres que hay en 570 municipios y solo seis presidentas municipales por usos y costumbres.
Eufrosina Cruz Mendoza sostiene que desde marzo pasado cuando se aprobó la ley, tanto el Instituto Estatal Electoral de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), como el Instituto de la Mujer Oaxaqueña, tienen la responsabilidad de informar de las reformas a los artículos 25 y al 113 ante la proximidad de las elecciones intermedias, “deben dejar de tener miedo y hablar de estos temas para despertar la conciencia en las comunidades, porque ni siquiera es un problema de las comunidades, es un problema de cacicazgos, de quienes tienen el control en las comunidades”, afirma y añade que seguramente habrá más participación de mujeres y más cuestionamientos, sin embargo favorecerá al desarrollo.
Eufrosina Cruz pone de ejemplo lo que pasó en Santa María Quiegolani, donde cien años después del inicio de la Revolución Mexicana, las mujeres pudieron votar y ser votadas, donde ella misma fue rechazada para gobernar el municipio por ser mujer y donde desde 2010 ya participan las mujeres, en la actualidad hay cuatro mujeres como parte del cabildo: una como alcaldesa constitucional, dos regidoras y una secretaria municipal.
“Seguramente más adelante habrá una mujer como presidenta”, no será Eufrosina –aclara- pero cuando habla de esa posibilidad se le iluminan los ojos porque está consciente de sus logros y reconoce que el hecho de que hoy gobiernen cuatro mujeres en Quiegolani, fue finalmente decisión de hombres y mujeres del pueblo.
Luego añade -y lo mejor es que- “no hemos perdido nuestros usos y costumbres, que es la fiesta, la mayordomía, el cargar la virgen, al contrario, creo que las generaciones que vienen de manera normal van a participar y querrán ser parte del cabildo, como presidentas, sindicas municipales…, ya no tendrán temor”, pero asegura que su intención de cambiar esa condición no sólo era por Quiegolani sino por todas las comunidades donde las mujeres –por decisión de los hombres- no pueden gozar de sus derechos políticos.
La diputada Eufrosina Cruz Mendoza sostiene que más que un grupo de asesores lo que la ha llevado a plantear esos temas ha sido su propia experiencia y plantea que estas herramientas jurídicas ojalá ayuden para que otras mujeres no pasen por lo que ella pasó cuando aspiró a ser presidenta municipal de Santa María Quiegolani, cuando con la mano en la cintura nadie pudo ayudarla porque palabras como “mujer” no estaban en el catálogo de usos y costumbres, ahora será distinto, hay medios de impugnación y nadie podrá tomar protesta como presidente o presidenta municipal si hay impugnaciones en su contra, tarea que le corresponde a las instituciones, las cuales deben asumir esa responsabilidad.
Otra iniciativa pendiente fue la reforma al artículo 4 constitucional que prohíbela discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto  anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.
Se busca, plantea la legisladora electa, que en Oaxaca se cree un consejo para erradicar la discriminación, instituciones que ya opera en 17 estados del país, pero en Oaxaca no existe, dice en tono de indignación porque hay problemas de discriminación a la población indígena y por preferencia sexual. Cruz Mendoza afirma que esta reforma urge para que en diciembre, cuando se discutan los presupuestos,  se destinen recursos a la operación de ese instituto o de ese consejo.
A partir del 1 de septiembre, Eufrosina Cruz Mendoza será diputada federal y como tal tiene muchas expectativas, la primera será que las mujeres de todas las comunidades de México puedan participar en los procesos electorales; la segunda erradicar la violencia contra las niñas en comunidades, donde es necesario acabar con los ofrecimientos matrimoniales, complicado porque son los padres quienes hacen esos acuerdos a pesar de que las niñas apenas tienen 12 años, y el tercero el acoso escolar o bulying que cobra muchas víctimas.
En suma, apunta, son temas que tienen que ver con los derechos humanos de las personas, como la discriminación y la violencia contra las mujeres, concluye Eufrosina Cruz Mendoza quien destaca que no es feminista…tal vez, dice, porque no ha entendido bien de qué se trata, pero su lucha es porque las personas puedan ejercer sus derechos con libertad.