Palabra de Antígona
No hay Reformas sin Derechos Humanos
Por Sara Lovera
Este lunes Salil Shetty secretario general de Amnistía Internacional (AI)
como cabeza de una misión de “alto nivel”, se entrevistará con el
presidente Enrique Peña Nieto, para entregarle sus opiniones sobre el estado
que guardan los Derechos Humanos en México. El señor Shetty habría dicho en
Saltillo, Coahuila, que no puede hablarse de Reformas Estructurales si no hay
respeto a los derechos humanos.
La misión tiene especial preocupación por las violaciones a los derechos de
las y los migrantes, sobre la desaparición de personas y la violencia contra
las mujeres. Asuntos profusamente investigados, a tal grado que contamos con el
detalle de dónde y cómo suceden atrocidades en espacios territoriales
concretos; sabemos, incluso, qué ciudades o delegaciones políticas significan
grave peligro para las mujeres, periodistas, defensores y defensoras de
derechos humanos. Pero todo ello no ha significado casi nada, reina la
impunidad y no sabemos nada congruente sobre las acciones de justicia.
La misión de “alto nivel” de AI ocurre precisamente un mes antes de que se
cumpla el plazo para que México informe al Consejo de Derechos Humanos de
Naciones Unidas (ONU) sobre cuántas y cuáles de las 188 recomendaciones que ese
organismo hizo a México en su segundo Examen Periódico Universal (EPU), que
presentó el miércoles 23 de octubre de 2013 en Ginebra, Suiza, y nadie
sabe si México ya respondió o no. Por lo que
la visita de AI es estratégica. ¿Qué irá a responder el gobierno?
Para nadie es una novedad, dolorosa y tremenda, sobre la crisis que vivimos
en materia de Derechos Humanos. Lacerantes todos los datos. Se han detenido,
torturado y desaparecido -según AI-, a 83 mil migrantes, es insoportable pensar
en más de 26 mil desapariciones para no hablar de las más de tres mil
mujeres asesinadas cada año y los números de trata de niñas y mujeres con
fines de esclavitud sexual.
El gobierno de Peña Nieto está en aprietos. México es un país que ya no
engaña a nadie. Las leyes, las medidas de protección, por ejemplo, a
periodistas no han servido para nada, mientras que en estados como Veracruz, se
hace evidente que las y los periodistas no pueden trabajar y son perseguidos, e
incluso asesinados, mientras que se apuntala al gobernador, amigo del
presidente de la República.
Igual sucede con situaciones explícitas y conocidas como la trata de
mujeres en Tlaxcala, Jalisco y las Lomas de Chapultepec, donde los datos e
investigaciones están hechas y no se actúa. ¿Qué pueden responder gobernadores,
procuradores de justicia y la flamante policía federal? El autoritarismo y el
patriarcado, bien, llenos de buena salud. Y hay quien duda de los testimonios
de mujeres y niñas.
Este 14 de febrero, durante el baile de la movilización femenina en la
Alameda Central, para llamar la atención sobre la violencia contra las mujeres
y lanzar el mensaje de que todavía pensamos en la utopía de relaciones amables
y satisfactorias, reveló o más bien ratificó, datos incontrovertibles. Son
crecientes y sostenidas las cifras de asesinatos femeninos, cada vez más
crueles en los estados de México, Chihuahua, Guerrero, Guanajuato, Michoacán,
Oaxaca, Sinaloa, Chiapas y Sonora.
La Iniciativa de las Mujeres Premio Nobel concluyó, en un informe, que por
el crecimiento del feminicidio entre 2006 y 2012, la situación en México había
alcanzado la calificación de “crisis preocupante”.
El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio contabilizó, en los
últimos cuatro años, tres mil 139 feminicidios en 13 entidades de México, sin
considerar los datos de Chihuahua, donde creció la tasa a pesar del operativo
contra el crimen.
Amnistía Internacional registró dos mil asesinatos de mujeres en un solo
año, un promedio de seis por día, ya que entre 2008 y 2009 aumentaron los homicidios
femeninos 69 por ciento en relación con años anteriores.
El número de asesinatos contra mujeres en estados como Chihuahua es 15
veces más alto que el promedio mundial, por ejemplo, y en todo el país se
cometen 6.4 asesinados de mujeres por día, de los cuales 95 por ciento quedan
en la impunidad, mientras que 10 estados las cifras registran tasas de
crecimiento sostenidos de asesinatos de género.
Según cifras de las Procuradurías, han desaparecido en los últimos cuatro
años 3 mil 149 mujeres en nueve estados de la República, en edades que oscilan
entre los 10 y 17 años de edad.
Si hablamos de las víctimas de violencia sexual y trata de personas,
la maestra Teresa Ulloa, directora de la Coalición Regional contra el
Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC), afirma que el crimen de desapariciones
llega a 20 mil personas al año, o sea 16 víctimas por cada 100 mil
habitantes.
Y si hablamos de violencia sexual en un solo año, Amnistía Internacional
detectó alrededor de siete mil violaciones, de las cuales en sólo cinco por
ciento ha sido ingresado en la cárcel. Y hasta 2012 la Cámara de Diputados
habló de 15 mil violaciones denunciadas.
Pero la cifra negra es espeluznante, se habla de 112 mil violaciones cada
año. Es, además, alto el porcentaje de mujeres violadas que resultan
embarazadas, como lo indica el Informe Nacional sobre Violencia y la Salud en
México realizado por Ipas Salud, organización civil, que señala que entre siete
y 26 de cada cien violaciones provocan un embarazo.
En la Encuesta Nacional sobre Violencia contra las Mujeres, del Instituto
Nacional de Salud Pública, se reflejó que el 7.6 por ciento reportó abuso
sexual en la infancia, y son los familiares agresores en un 13.7 por ciento del
total de mujeres que fueron violadas cuando eran menores de 10 años, mientras
que el 65 por ciento, lo fue entre los 10 y los 20 años de edad, según esa
encuesta.
El agravamiento de la violencia contra las mujeres periodistas y defensoras
de los derechos humanos es funesto. Sólo entre los años 2002 y 2010 fueron
asesinadas 10 periodistas en México, y entre diciembre de 2010 y noviembre de
2012 fueron asesinadas 15 defensoras de derechos humanos, la mayoría de ellas
en los estados de Chihuahua y Guerrero, según denuncia de la organización
internacional Asociadas por lo Justo (JASS).
El secretario general de AI llegó a México el día 15 y además de escuchar a
personas migrantes, víctimas de tortura y a sus familiares, también se reunirá
con integrantes del Congreso. AI abrirá una nueva oficina en México y
seguramente su análisis de la situación, nos va a retar a volver los ojos a
nuevos referentes valóricos de la convivencia humana, porque las cifras son
superiores a las historias de países en guerra o sometidos por alguna
dictadura, como las conocidas en la historia.
En el Examen Universal de Naciones Unidas llamó la atención la observación
de Holanda en cuanto a la legislación de algunos estados de la República en los
que se protege la vida desde la concepción, lo que ha influido en la dificultad
de las mujeres para poder recurrir al aborto en caso de violación y otras
causas. Feminicdios indirectos, puesto que muchas muren en el intento.
Es también alarmante que según ONU hay un aumento de casos de tortura,
efectos negativos de la desigualdad social, el abuso del fuero militar y la
indiferencia al combate a la corrupción.