domingo, 26 de enero de 2014

Como país democrático: México debe rechazar la violencia contra las mujeres





Como país democrático:
México debe rechazar la violencia contra las mujeres

·      * Concluyó el Diplomado Internacional de Estudios de las Mujeres, Feminismo y Descolonización, se gradúan 60 mujeres y un hombre

En nuestro país tienen que desaparecer la violencia contra las mujeres, el feminicidio, el que las mujeres sean presas por abortar, la violencia sexual, el incesto contra niñas, la violencia psicológica, la explotación económica si decimos que nuestro es un país democrático y que en el prevalecen los derechos humanos como se establece en la constitución, sostuvo la doctora en Antropología, Marcela Lagarde y de los Ríos al dictar la conferencia La Belleza y la Paz, Democracia, Género y Etnicidad.

Dentro de las actividades de clausura del Diplomado Internacional Estudios de las Mujeres, Feminismos y Descolonización, que concluyeron 60 mujeres y un hombre, Lagarde y de los Ríos pidió a las que son funcionarias “no ser ignorantes ni omisas de género como si las que tenemos enfrente fueran marcianas, tenemos que actuar para las mujeres ávidas de vivir investidas de derechos humanos, esa es la gran tarea de las feministas”.

Lo anterior en relación con la obtención de la libertad de Adriana Manzanares, indígena tlapaneca, presa en una cárcel durante seis años por abortar, luego de ser acusada por una asamblea popular en el municipio de Ayutla de los Libres, Guerrero, en “una asamblea popular, ejerciendo violencia comunitaria brutal, sin siquiera la posibilidad de tener defensores, defensoras, no podemos permitir que continúen en nuestro país esos hechos, tenemos que hacer que se cumplan las leyes que hemos ido aprobando sobre todo en la última década”.

Por ello, resaltó la importancia de los diplomados como el Internacional de Estudios de las Mujeres, Feminismos y Descolonización para que “haya funcionarias que tengan conciencia de género, pero que también conozcan la perspectiva de género, la justicia, la salud, la educación, la gobernanza democrática del siglo XXI”.

En ese sentido recordó a la filósofa Hannah Arenth quien señaló que el primer derecho humano es el derecho a tener derechos y dijo que esta no ha sido una tarea fácil, “hemos vivido construyendo derechos que no teníamos y que la sociedad nos regatea y seguimos en eso, pero somos las feministas constructoras de derechos”.

Lagarde y de los Ríos aseguró que el Diplomado Internacional de Estudios de las Mujeres, Feminismos y Descolonización fue un aporte enorme por llevar a las aulas universitarias una de las concepciones que más ha trastocado el mundo y que más ha revolucionado la modernidad: el feminismo que no es una etiqueta ideológica sino una concepción del mundo y de la vida, de más de tres siglos en occidente y un siglo de manera global.

Hizo un amplio recuento de lo que el feminismo ha aportado a las sociedades contemporáneas y señaló los muchos obstáculos que se ha encontrado, como el hecho de que se tenga que aprender feminismo fuera de la academia y que la educación desde la infancia hasta la universitaria esté sesgada, porque solo aprendemos un pensamiento androcéntrico, unilateral sobre el mundo, estudiamos solo autores hombres, muchos de ellos machistas, patriarcales y misóginos, además de racista.

Ponderó entonces el diplomado que concluyó en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca, que “por fin abre en el espacio universitario a otro conocimiento no androcéntrico pero tampoco ginecocéntrico”, tratamos de hacer una concepción crítica del mundo, apoyándonos en autoras y autores que han abierto el pensamiento a una visión innovadora del mundo contemporáneo, desde luego en nuestra elección está conocer a autoras mujeres, pero no solo porque son mujeres sino también porque han contribuido en su especialidad, a develar, interpretar, analizar la problemática que vivimos en el mundo contemporáneo, y entonces tenemos una predilección por estudiar el pensamiento crítico feminista.

Por último, Lagarde y de los Ríos agradeció a la UABJO, representada en la ceremonia por el Secretario Académico, César Roberto Trujillo Reyes, y el abogado general, Francisco Ramos Reynoso, al tiempo de resaltar la labor realizada por el grupo coordinador del Diplomado, que encabezó Érika Lili Díaz Cruz, a quienes les indicó que “de eso se trata de atrevernos a hacer las cosas”.

El Diplomado Internacional de Estudios de las Mujeres, Feminismos y Descolonización le da a la UABJO “un aire de innovación, que ojalá se continúe, que se profundice, que no encuentre obstáculos para hacer el siguiente diplomado, la maestría, los cursos y seminarios, que todo lo que haya que hacer y sobre todo que esta universidad incorpore el feminismo al pensum académico y a la política universitaria”.

Antes intervinieron la coordinadora del Diplomado, Érika Lili Díaz Cruz, quien destacó las acciones colectivas y pactos entre mujeres para lograr la realización del diplomado que la UABJO efectuó en coordinación del Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI).

En nombre de las diplomantes intervino Aurea Marcela Ceja Albanés, quien expuso que este proceso de aprendizaje representó la posibilidad de dar nombre a las mujeres, a lo femenino, a los constructos de género, a los procesos; de dar nombre a todo lo que teníamos necesidad de nombrar.

Además de significar la oportunidad de acercarnos a diferentes posturas teóricas para definir el ser mujeres, así, en plural, sin esencialismos, desde diferentes lugares, que representan diferentes posiciones existenciales, diferentes contextos, diferentes orígenes, diferentes historias, desde el reconocimiento de que eso que nombramos como “mujer” (y como hombre) es una construcción.

Luego de demandar la continuación universitaria de estudios de las mujeres y feminismos en la máxima casa de estudios de Oaxaca, Ceja Albanés expuso que la colonización es un proceso que se reconstruye y se refuerza en el tiempo, que se colonizan aún los territorios, las conciencias y los cuerpos.

“Necesitamos seguir reuniéndonos, hablándonos, escuchándonos, para hermanarnos, ser cómplices, “comadres”, como nos insistió la maestra Minerva Valenzuela, lo que implica mirarnos semejantes con nuestras diferencias, reconocernos valientes, como dice otra de nuestras profesoras Francesca Gargallo, al saber que todas hemos tomado decisiones fundamentales en nuestras vidas, informadas, voluntarias –voluntariosas, diría yo-, transgresoras de los mandatos que nos lastiman y que son causa de una variedad de formas de violencia”.

También intervino la maestra Judith Bautista Pérez, catedrática e investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), que se refirió a racismo, la discriminación de grupos de población con menos oportunidades de acceder a la educación y sobre todo espacios para discutir y transformar la educación. “Se trata de mirar de forma crítica las opresiones del sistema capitalista que socava a las mujeres y a las personas no blancas”, puntualizó.