A Reserva
Sin
novedad, mi gober
Bárbara
GARCÍA CHÁVEZ
Para tener
argumentos de primera mano, visité el portal del gobierno del estado en busca
de información oficial sobre el segundo informe de gobierno de Gabino Cué
Monteagudo y sin tanto asombro corroboré cuán malos son los comunicadores de la
estructura del gobierno estatal de Oaxaca, o tal vez, simplemente no había nada
trascendente que informar de “tan importante” evento.
El
encabezado de la comunicación en mención es un chistorete de algún reportero
sin gracia que pretendía tomarle una foto al mandatario, relevancia mediática
digna de un espectáculo frívolo de alfombra roja.
Las líneas
del comunicado “oficial” resaltaron con inusitada suavidad y elocuentes loas a
su jefe de quien dicen “el sí cumplió entregando personalmente sus legajos de
papel, también nos da cuenta puntual de la elegancia del gobernador, pero se
les pasó describir las lujosísimas camionetas nuevas, todas color blanco y
blindadas, en las que llegaron el gobernador y su amplio y bien armado
contingente de guaruras.
Así, nos
describen desde la oficialidad que el segundo informe fue bello, pausado, sin
estragos ni multitudes, desde la tribuna para 200 personas, entre legisladores,
invitados y medios centenar de comunicadores. Eso si, no nos comentan nada del
pueblo ni de protestas ni de marchas.
La narrativa
oficial continúa en la autocomplacencia, con melcocha y retraída a
apreciaciones subjetivas, desde el culto excesivo a la personalidad del
gobernante, en un aprecio similar al de un santo hombre o más bien hacia un
personaje de palacio. Esta reseña poética, por supuesto, pretende distraer la
falta de contenido político y la escases de acciones a resaltar propias de un
informe de gobierno.
Bueno, el
caso es que hubo “informe de gobierno” y según los datos ofrecidos en el
comunicado oficial: “…En un lapso aproximado de una hora, el Gobernador realizó
un balance de las acciones, obras y decisiones ejecutadas en su segundo año de
administración. Ponderó los logros alcanzados en materia de Seguridad Pública,
Salud, Desarrollo Social, Empleo, Turismo, Desarrollo Económico, Agricultura,
Transparencia, Obra Pública e Infraestructura, lo que ha permitido cosechar los
primeros frutos de un trabajo que día con día deberá ser más intenso,
comprometido y eficiente”. Tal vez nos falta saber qué se cosechó y quién se
llevó las ganancias de esa cosecha, habrá que asumir que fue alguien más que el
pueblo, ¿será que los gobernantes siembran lo que a ellos les falta y solo
ellos cosechan para su beneficio?
Al final de
tan descaminado boletín oficial, casi en prosa nos informa la innegable bondad
del gobernador, que como monarca recorrió más de doce kilómetros en su carruaje
hacia el centro de la ciudad, al Palacio, donde ya lo esperaban 424 presidentes
municipales, así como funcionarios estatales y federales que habían seguido
desde ahí la transmisión de la sesión solemne. Por supuesto se refirió a la
investidura comunitaria y con displicente
retórica, una vez más, les prometió los apoyos que se merecen las
localidades oaxaqueñas. ¿Todavía cabrán las esperanzas en los pechos
oaxaqueños?
Eso sí,
vimos llegar a palacio de gobierno a dos claras clases sociales, la primera de
elegantes funcionarios en sendas camionetas blancas y blindadas, por cierto,
iguales a las que llegaron acompañando al gobernador a la Cámara de diputados
unas horas antes, tan nuevas como los equipos electrónicos de comunicación de
sus prepotentes y patanes guaruras y choferes; la segunda clase, que llegaba a
pie y tenía que pelear con los custodios de la entrada para que les permitiera
acceder al palacio con sus acompañantes, las autoridades locales y
comunitarias, en las que descansa por cierto la legitimidad del gobernador
Gabino Cué.
Aterricemos
en la realidad de tan singular gobierno, el de Oaxaca, cuyo lema reza: “El
cambio es ya una realidad” y afirma que el gobierno del cambio “genera
bienestar”. El segundo
informe de gobierno se “rinde” en un acto público casi privado, donde el pueblo
frente a quien tendría que rendir cuentas está afuera de las dos sedes, algunos
protestando y en tanto otra parte está sin interés por lo que pueda decir quien
en los hechos no ha cumplido ni en lo elemental. Aquello que Cué y su alianza
prometió y la gente le creyó al obsequiarle su voto: Cárcel para URO y sus
esbirros, no más autoritarismo ni corrupción ni abuso de poder ni impunidad ni
opacidad.
El
gabinetazo de Cué Monteagudo, ese que dice son los mejores hombres y una mujer, producto de una rara alianza que hace del
gobierno de la paz y el progreso, una amorfa contradicción de cuates y cuotas,
sin idea del concepto de Estado, ricos y vetustos empresarios, trasnochados
comunistoides, coceistas transferidos por herencia, priistas deplorados con
remordimientos tardíos, panistas adjudicados en una descomposición partidaria
que no encuentran acomodo; todos y ella, sin rumbo claro ni destino político
que no sea el de ensanchar el poder de cada grupo, y en el peor y más común de
los casos, el enriquecimiento personal y el ansia de poder al que se aspira
cuando hay cortedad humana y ambición desmedida, nunca con propósitos políticos
que engrandezcan su función, esa que les otorgaron por acuerdos y compromisos,
no por capacidad ni pensando en el desarrollo de la sociedad. Eso ni se lo
plantean.
Gabino Cué
hace del informe de gobierno un eufemismo per se de las condiciones del pueblo
oaxaqueño disfrazadas de comunes en la realidad de la entidad, para justificar
la ineficacia en todas las áreas del gobierno.
Ejemplos
sobran, incluso parece cínica la alusión del gobernador que enfatizó la
solución a 13 conflictos postelectorales de un total de 239 conflictos de
diversa índole. O bien, cuando se refirió a la seguridad pública, apuntando que
de 4mil 456 policías activos solo mil 222 aspirantes han sido evaluados con
éxito. Es decir, que 3 mil 234 policías andan en la calle “cuidándonos” sin que
sepamos qué tan confiables son o de qué son capaces… ¡qué miedo!
Igual informó que hay en funcionamiento 230
cámaras de video en puntos neurálgicos, claro que no sabemos dónde y si operan
esas cámaras, considerando que muchas de ellas están sin funcionar en la
capital del estado.
En referencia a la seguridad estaríamos
esperando los resultados del año de la no violencia contra las mujeres, ya que
no hubo ninguna acción en materia de seguridad o procuración de justicia que
evitara el asesinato de casi 80 mujeres en lo que va del año, a pesar de las
declaraciones a modo de las funcionarias en la materia que aseguran que Oaxaca
ya es el estado democrático, por fin, las mujeres estamos en la agenda pública
del gobernador. El problema es que en esa agenda las mujeres nos encontramos
más allá de la “Z” de su abecedario.
En materia de salud, claro que en el informe
no encontraremos las razones por las que retiraron el servicio de diálisis en
el hospital civil, donde acudían una importante cantidad de personas enfermas
que requieren ese servicio. Tampoco trasparentarán el proceso de asignación, el
listado de servicios médicos subrogados y las cantidades asignadas para
realizarlos.
Podrá este informe explicar la lamentable
permanencia de funcionarios ineptos, corruptos e incompetentes que por
disposición expresa de él son intocables, como Salomón Jara Cruz encargado de
la SEDAFPA; Daniel Juárez López, secretario del Trabajo o el controvertido
secretario de Finanzas, Gerardo Cajiga Estrada, y su esposa Lizeth Galván
Cortés, a quien le crearon ex profeso el Centro de Diseño de Oaxaca, con un
presupuesto mayor al de varios organismos similares; o el exitoso y vapuleado
secretario, el empresario constructor, Netzahualcóyotl Salvatierra López, responsable
de la obra pública, quien por cierto arregló el asunto oscuro e ilegal de los
16 millones para hermosear las oficinas de su amigo el gobernador.
En fin, el gobernador Gabino Cué rindió su
segundo informe de gobierno dando pauta para algunas predicciones basadas en el
arropamiento singular de la izquierda perredista del gobierno del D.F., tanto
el que se va como el que asumirá el gobierno de la ciudad, también presente
estuvo el presidente nacional del PRD: se extrañó la presencia de su gurú
político López Obrador y se reafirma, claro, la reserva del gobierno federal
saliente al enviar a un representante que sin pena ni gloria hizo acto de
presencia, los poderes entrantes de origen priista ni se vieron ni se oyeron;
en cambio se vislumbró claramente un buen cabildeo con la oposición priista en
el legislativo, quien guardó sospechosa compostura, pero lo mismo se registró
con quienes habían cacareado su revolucionaria posición política frente al
gobernador que no ha cumplido.
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